La decisión de Rory McIlroy de retirarse y no jugar esta semana el RBC Heritage, torneo dotado con 20 millones de dólares y en el que si toma parte Jon Rahm, ganador del Masters de Augusta, podría costarle al norirlandés dejar de ganar tres millones de dólares que vendrían del Player Impact Program (PIP) que el PGA Tour paga a los jugadores que más aportan a través de las redes sociales a los torneos de su circuito y por el que McIlroy cobró el año pasado cerca de 12 millones de dólares.
Según las normas del PGA Tour y del PIP, los jugadores sólo pueden perderse uno de estos nuevos eventos elevados, y después de que McIlroy renunciara a jugar el Sentry Tournament of Champions, el norirlandes no podía dejar de jugar ninguno torneo de esta categoría violando así una regla en la que en parte había ayudado a implementar.
Según The Golf Channel y la revista Sport Ilustrated el no jugar este torneo supondran unas pérdidas de cerca de tres millones para Mcilroy.
El bote de bonificación del PIP está ligado en parte a completar los criterios para esta temporada, lo que incluye aparecer en todos los eventos designados, excepto en uno.