regional, el Dakota Dunes Open, Tome Hoge ha subido pocas veces a un podio. Un año después de aquello pasó por el trámite de ganar en el Korn Ferry Tour, pero la victoria en el PGA Tour se le ha venido resistiendo desde que llegara a sus filas en 2015.
A lo largo de estos siete años Hoge no ha brillado especialmente. Aunque hace un par de semanas dio muestras de sus intenciones acabando segundo en solitario en The American Express. Un propósito que ha terminado materializando este domingo en el AT&T Pebble Beach Pro-Am donde ha cuajado una gran semana en la que ha terminado imponiéndose incluso sobre Jordan Spieth que fue segundo después de mostrar su magia sobre los acantilados.
Lo cierto es que a Hoge se le notó la predisposición desde el primer día. 63 golpes en su primer recorrido le ayudaban a posicionarse y acumular unas rentas de las que necesitaría disponer en las siguientes rondas. En la segunda sus guarismos se elevaron hasta situar su marcador en 69 golpes, cifra alrededor de la que se movería en las dos jornadas siguientes.
En la ronda dominical, Tom Hoge volvía a salir compartiendo liderato. Esta vez con Beau Hossler y Andrew Putman, aunque los dos se quedaría por el camino franqueando el de Hoge que anotaba 68 golpes para subir al podio. Eso sí, de camino a su estreno como campeón en el PGA Tour, no pudo evitar llevarse un buen susto en forma de doble bogey en el 5 y otro en el 8 de donde saldría con bogey.