Pocas veces asistimos a una vuelta tan espectacular como la que ha completado el sueco Kristoffer Broberg para completar con 61 golpes la tercera jornada del Dutch Open. Un resultado que le coloca con ocho golpes menos que su más cercano perseguidor por lo que, salvo que mañana ocurra una hecatombe, el golfista nórdico ha dejado el torneo visto para sentencia.
A lo largo de la semana Broberg ha demostrado que está en plena forma y que es capaz de jugar de menos a más. Comenzó con 68 golpes, pasó el corte con 64 y, como indicando que el Bernardus Golf no tiene secretos para él, ha completado la jornada del movimiento con 61 golpes entre los que figura un bogey, en el hoyo 9, y un eagle en el 4. Por lo demás cuatro birdies en la primera vuelta y seis en la segunda para poner en -23 su casillero a falta de una jornada.
Con ese panorama, las esperanzas del resto de jugadores se diluyen con un día de antelación. Un palo importante también para Alejandro Cañizares que volvió a anotar 67 golpes y que se encontraba ante una de sus mejores oportunidades de la temporada. Ahora son nueve golpes los que tendría que salvar para ganar y eso, al menos sobre el papel, está muy lejos a pesar de haberse colocado tercero.
En el mismo grupo que ‘Cañi’ se sitúan el alemán Matthias Schmid y el inglés Richard Mansell. Entre la terna de la tercera posición y el líder figura el danés Marcus Helligkilde que todo apunta a que tendrá que seguir esperando su oportunidad.
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