Ya estamos metidos de cabeza en las fiestas navideñas, y Salmerón cree que puedo componer algo que una esto con el golf. Yo no estoy tan seguro porque para mí nuestro deporte está completo cuando el termómetro supera unos mínimos, y ahora mismo no lo hace.
Sé que hay mucha gente que no quiere sol despiadado para jugar, pero yo no tengo duda al elegir entre calor y frío. Si por mí fuera tendríamos treinta grados todo el año, y no me importaría celebrar las Navidades en la playa y en bañador como si estuviéramos en Brasil.
Eso sí, que no se interprete esto como que estoy a favor del cambio climático, por Dios, que la imagen de Greta me produce pesadillas y quiero que los campos sigan bien regados y con hierba verde y blandita. En fin, lo que sí puedo hacer es desearos grandes bajadas de hándicap y que los Reyes Magos os traigan un “swing” bonito y efectivo. Por último, voy a permitirme remedar un encargo de soneto que ese sí fue famoso y lo sigue siendo.
Que os hable de golf y Navidades
Me ha pedido Guillermo y eso intento
No sé cómo casar estos eventos
Tal vez superan mis habilidades
Sólo sé que en España estas festividades
Caen en invierno al menos de momento
Aunque puede que esto cambie con el invento
Del clima y sus calamidades
Y si esto sucede no será para nada bueno
Ni para el golf ni para El Corte Inglés
Pero mejor no seguir pisando este terreno
Espero que todo ocurra del revés
Campos verdes y centros comerciales llenos
Y yo dando dos golpes en los pares tres…
Lo dicho, Feliz Navidad a todos y mil perdones por los ripios. Me consuela ver que el golf no es lo que peor se me da…