El domingo Rafa Cabrera nos hizo disfrutar y estuvo cerca de haber ganado nada menos que en Bay Hill, la casa de Arnold Palmer. Sí, ya sé que en realidad nunca estuvo primero, es cierto, pero jugó muy bien, rondó los puestos de cabeza y un poco de suerte más le habría puesto en condiciones de ganar.
Luego, en el momento de la verdad tuvo un metro de mala suerte, cuando se tiró a bandera en el dieciocho y botó pasada la línea que delimita el obstáculo de agua pero rebotando hacia atrás y obligándole a dropar una bola y apuntarse un cinco. Fue una pena pero, si lo miramos con detenimiento, demostró que Rafa no se conforma con un segundo puesto ni aunque eso suponga un pastizal.
Creo que el segundo en solitario eran casi novecientos mil dólares, y quedar tercero empatado con otros dos es tanto como sumar los premios del propio tercero, el cuarto y el quinto y dividir entre tres, lo que sin duda supone mucho menos dinero. Mi aplauso a Rafa, al que no habría abucheado si no se hubiera atrevido a tirar a bandera y hubiera jugado conservadoramente para hacer dos “putts” y acabar en menos diez, pero que optó por ser valiente y eso habla de sus ganas de ganar.
El que se lo llevó fue Francesco Molinari, que tiene toda mi simpatía y del que me alegran todos sus éxitos, pero que debería aprender a concentrarse sin poner cara de Justin Thomas. Los dos llevan permanentemente un gesto como de tener untado el bigote con algo que huele muy mal.
En esta ocasión supimos que Francesco sabe sonreír cuando metió un “putt” de casi cuarenta y cuatro pies en el dieciocho para dejar un menos doce que a la postre supuso la victoria. Sólo entonces le vimos esbozar una sonrisa y espero que haya visto películas muy divertidas tras la Ryder Cup y el Open Británico pasados, que parecen ser las dos ocasiones anteriores en las que debió reír.
En fin, le deseo lo mejor al italiano para la semana que viene, recuerda que se juega el The Players en SawGrass, pero sólo si no les va bien a los tres españoles que tendremos en liza, el propio Rafa, Sergio y Jon. Suerte y que gane el mejor…