Admirador de Lexi

No puntúa para el circuito americano, pero eso no impide que haya sido emocionante de ver y competido como si les fuera en ello algo más que dinero. El QBE Shootout celebrado en Florida bajo la supervisión de Greg Norman ha estado más que interesante y me ha llamado la atención la actuación de la única mujer que jugaba y que ya lo hizo el año anterior.

Lexi Thompson hacía pareja con Tony Finau y han hecho un gran papel. Séptimos empatados con veintitrés bajo par ha sido tres puestos más abajo que en la edición 2017, en la que esta misma pareja quedo cuarta, pero con veintiuno abajo. En cualquier caso, muchas más parejas de jugadores ambos masculinos por debajo de nuestros protagonistas que por encima y una importancia de Lexi en el resultado que seguramente no era la que esperábamos.

De las tres jornadas se juegan la primera y la última a mejor bola, el método más sencillo y con mejores resultados en este tipo de torneos, y la jornada del medio, la del sábado, se disputa a golpes alternos, lo que aumenta exponencialmente la dificultad y concluye en muchos menos golpes bajo par. En esta edición, el sábado no fue el día de Tony Finau, pero ahí estaba Thompson para sacarle las castañas del fuego a pesar del evidente hándicap que la distancia supone para el juego largo en el caso de una mujer.

Lexi no se puso nerviosa, jugó los palos que le correspondían y nos dejó bizcos con la precisión que consigue con los hierros largos y las maderas de calle cuando Tony tiraría un hierro corto y hasta un “wedge”.

En fin, fue muy divertido de ver y aumenta mi admiración por Lexi, a la que deseo lo mejor en el LPGA Tour, donde lleva ya años peleándose con las coreanas a las que a veces consigue vencer, pero muchas menos de lo que todos desearíamos. Tal vez sería deseable que lo de esta pareja no fuera una excepción y en próximas ediciones se jugara con equipos mixtos, pero no es fácil que así suceda porque los primeros que no suelen prestarse a estos eventos son los jugadores más destacados del Tour.