Tras la segunda victoria de Jon Rahm en apenas ocho meses, la confirmación de que ha conseguido llegar a lo más alto del golf mundial con apenas 22 años es ya un hecho absolutamente real.
Sus dos victorias en el Farmers Insurance Open y su demostración de poderío en el Irish Open de Rory McIlroy, son argumentos de peso para que el Tour Europeo tome nota e intente que Rahm juegue más en Europa, que empiece a hacer piña con sus compañeros del equipo de la Ryder Cup y que, desde luego, se sienta también un jugador del European Tour.
En Francia, en el Golf National de París, el próximo mes de septiembre, Rahm será uno de los doce elegidos que formen parte del equipo europeo de Thomas Björn. Si hoy fuera la competición, Rahm sería por Ranking Mundial el curto jugador del equipo tras McIlroy, García y Stenson.
Hoy, claramente, el de Barrika está por juego muy por delante de un McIlroy que no atraviesa su mejor momento y de un Stenson al que le falta brillo y buenos resultados en un 2017 que no está siendo especial para él.
Con Sergio García, que este año ha ganado dos torneos, uno en el Tour Europeo y el Masters, parece que las cosas están igualadas y los dos -ojalá que con Rafa Cabrera Bello en el equipo- el peso de la “Armada” sea definitivo para volver a reconquistar la Ryder.
Pero Rahm tiene todavía una cuenta pendiente con los torneos del Grand Slam. Es cierto que su carrera acaba de empezar, pero hay que exigirle como el que más. En Irlanda ha demostrado claramente que su adaptación a los links es excelente y que su juego en Royal Birkdale puede ser definitivo si los putts le entran como le han entrado esta semana.
La 146º edición del Open Championship está a la vuelta de la esquina y la tercera participación en un Major en esta su primera temporada podría dar un nuevo giro brutal a su carrera. De ganar en Royal Birkdale, Rahm estaría ya muy cerca del Top-3 mundial y con serias opciones de luchar en no mucho tiempo por un número uno que hace sólo unos meses parecería impensable.
Su ascenso desde el puesto 750 del mundo parece un cuento de hadas o el guión de una película pero es absolutamente cierto. Rahm, hoy por hoy, no tiene límite y parece que estas dos victorias en el Farmers y en el Irish Open son sólo las primeras de muchas más.