Objetivo cumplido para Sergio García: el castellonense jugará este domingo en el partido estelar de la octagésima primera edición del Masters de Augusta y lo hará con un amigo y un rival muy exigente. Nada más y nada menos que el capeón olímpico Justin Rose que como García buscará su primera Chaqueta Verde en un campo perfecto y con unos rivales que se sumarán a la fiesta por la victoria en una jornada que, seguro, será tensa, emotiva y emocionante hasta el ultimo hoyo.
Es verdad que a Sergio le ha venido muy bien el poderse descargar de presión. La misma que le ha llegado a Jon Rahm en su primer Masters de Augusta. Todos han hablado sin excepción de las posibilidades de Rahm de conseguir ganar su primer Major, algo que sólo han logrado a lo largo de la historia de este torneo tres jugadores. Mañana el vizcaíno necesitaría una vuelta de récord para ganar pero su actuación en su primer Masters de Augusta es sobresaliente y el domingo podría cerrarla aún mejor firmando una buena tarjeta y poniéndose como objetivo terminar entre los diez o cinco primeros.
En la parte más alta de la tabla ni Sergio ni Rose -ambos con -6- lo tendrán fácil para ganar ni en su partido particular ni marando atrás viendo lo que viene. Tras ellos dos aparecen muy cerca jugadores tan peligrosos como Ricky Fowler, tercero en solitario con -5 o Jordan Spieth, Ryan Moore y Charley Hoffman, los tres con -4-
Un escalón por debajo, con -3, aparece el australiano Adam Scott mientras que con -2 Charl Schawartzel y con -1, Wetswood y Pieters cierran la lista de jugadores que en estas tres jornadas han logardo vencer
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