Saltan todas las alarmas alrededor de la situación física de Tiger Woods. Sus espasmos en la espalda parece que ahora no son una ligera molestia que nada tiene que ver con su lesión de espalda. Tan importantes empiezan a ser estos espamos que le impidieron jugar la segunda ronda en Dubai que Tiger, que tenía previsto llegar el lunes al Genesis Open y dar una rueda de prensa el martes, la suspendió hasta el miercoles y luego, definitivamente por prescripción facultativa.
¿Tan grave es la lesión de Tiger y esos espasmos que no le permiten acercarse andando hasta la sala de entrevistas del Genesis Open y dar una conferencia de prensa? ¿O es que la situación es más complicada de lo que parece? La realidad es que el mundo del golf tiene la mosca detrás de la oreja. Los médicos han aconsejado a Tiger reposo absoluto tras esos espamos que parece que no desaparecen y su presencia en el Genesis Open parece más que descartada esta semana mientras Woods sigue descansando y recuperándose en California.
Woods no abre la boca, Steinberg -su manager- dice que todo está bajo control pero la realidad es que la situación de Woods, vista desde fuera, parece preocupante y las alarmas siguen sonando.