Y si el torneo europeo de la semana pasada fue emocionante, el Omega Dubai Desert Classic ha resultado ser un campeonato regular con empaque de torneo importante. La lista de inscritos no ha estado mal, con Rory McIlroy o Henrik Stenson como ejemplos de jugadores importantes, pero aunque estos estuvieron arriba, en ningún momento pareció qué fueran a ganar.
Sin embargo, Rafa Cabrera-Bello, Danny Willett o Andy Sullivan fueron los que más atacaron al campo y a la postre se repartieron los primeros puestos. Willett y Cabrera llegaron al último día jugando el partido estelar, con el inglés un golpe por delante, y el canario empezó la jornada echando de menos un golpe de “putt” que en la tercera vuelta fue prácticamente inmejorable. El sábado Rafa pateó como los ángeles, si es que los ángeles patean y lo hacen bien, que no está claro.
Las metió desde todas las esquinas y se ganó por derecho jugar en el último partido del domingo. La pena fue que al día siguiente empezara dubitativo con el palo más corto de la bolsa, con el que se quedó corto una vez tras otra. El que sí lo aprovechó fue Sullivan, que viniendo de un poco más atrás jugó unos nueve segundos fantásticos y, con un “birdie” en el dieciocho, puso contra las cuerdas al dúo de cabeza.
Rafa y Danny venían justo detrás y una mala salida del inglés le obligó a jugar de tres golpes el par cinco, mientras el español tiró de dos y se pasó un poco el “green”. El tercer golpe de Willett quedo a un par de metros de bandera y Cabrera tiró un fantástico “putt” desde al antegreen que se quedó a media cuarta del hoyo. Hizo “birdie” y en ese momento estaban los tres pensado en el desempate.
Bueno, seguramente el pensamiento positivo de Willett hacía que no pensara en tener que jugar de nuevo contra los otros dos y tal vez por eso la metió para cuatro y ganó el Omega Dubai Desert Classic sin prorrogar el juego. Aunque lógicamente hubiéramos preferido que ganara Cabrera, con la mano en el corazón no podemos decir que el vencedor no lo mereciera, y sólo un poco más de acierto con el “putter” por parte de nuestro compatriota hubiera bastado para que se llevara su tercera victoria en el Circuito Europeo. ¡Ah!, por cierto, felicidades a Quirós y a Cañizares, cuarto y octavo respectivamente, que también huelen fuertemente a triunfo.