Es verdad que en los Grandes no ha tocado pelo, como dirían los toreros, pero es que ha sido un año especial en esos cuatro torneos de Gran Slam, y no siempre se puede ganar ni aunque te llames Rory. En la clasificación mundial le ha salido un grano en la espalda llamado Jordan Spieth y no llega a rascarse.
Y, hay que ver cómo influye la manera en que se describe una situación para tener una visión clara de lo que ha ocurrido, porque dicho todo esto como lo acabo de hacer parece que sea un año para olvidar, y ya quisiéramos que cualquiera de los nuestros hubiese firmado una temporada como ésta.
En fin, el norirlandés no ha podido quitarle el primer puesto de la clasificación mundial al tejano, es verdad, pero ni esto tiene demasiada importancia, ni Spieth puede dormirse en los laureles porque tiene a Day y a McIlroy a un pasito. La diferencia con Jason Day es mínima y casi diría que el que mejor resultado haga en el próximo torneo podría ponerse por delante, aunque claro, debería vigilar estrechamente a los otros dos para mantener el número uno.
Por otro lado, a la semana siguiente de acabar la Carrera a Dubai empieza ya la temporada europea 2016, más exactamente con el Alfred Dunhill de Sudáfrica, y entre el PGA Australiano y el lazo de torneos de la tierra de Ernie Els que siguen en enero, no vamos a dejar de ver golf ni un momento, algo muy digno de aplauso y que puede contribuir a matar el mono que vamos sintiendo ya por no poder jugar.
Como todos los años hacemos votos para que los nuestros nos brinden una gran temporada y nos mostramos convencidos de que 2016 va a ser el año del próximo Grande ganado por un jugador español. Dicho esto, olvidemos ya la temporada recién acabada y concentrémonos en la próxima. Seguro que disfrutaremos con el espectáculo que los profesionales de cualquier circuito nos ofrecen.