Sin duda, todos los aficionados al golf y, seguramente, el propio Sergio García hubieran firmado tras la primera jornada en Augusta irse a dormir con cuatro bajo par en su marcador, hubiera lo que thubiera firmado el líder del torneo. Sin embargo, viendo como ha jugado Sergio y las oportunidades que se le han escapado entre los dedos, da la sensación que algo más podría haber rascado.
Bien es cierto que el castellonense ha salvado un par casi de manera milagrosa en el hoyo 10 y ha firmado un birdie impresionante en el 14 que le dejaba con un menos cuatro absolutamente ilusionante y con la sensación de que todavía tiene margen de mejora y, sobre todo, que su actitud ha sido notable en un campo en el que el año pasado no pasó el corte y en donde esta vez ha ofrecido una cara absolutamente distinta.
Este año Sergio quiere luchar por la victoria. Sabe que es un jugador querido en Estados Unidos, que da espectáculo, que es uno de los mejores con el driver en la mano y que alderredor de green tiene magia. Si a eso le unimos su mejora con el putt podremos formar un cóctel explosivo. Un poco de suerte por aquí y por allá y podremos ver a Sergio luchar el fin de semana por la victoria.
Mañana es el primer día del movimiento para él. Tiene que intentar mantenner la línea del jueves y seguir con el mismo nivel de juego con el que ha empezado. Paciencia, calma y arriesgar en el instante adecuado le pueden dar a Sergio la llave de su primera victoria en toda su carrera en un Major.