Rory McIlroy, dos Majors y corona mundial

"En 2014 ganaré dos Majors". Fueron las palabras de Rory McIlroy al terminar 2013, un año horrible en el que no le salieron las cosas. Era su manera de buscar una recuperación a una temporada casi en blanco. La realidad le ha dado la razón y ha confirmado que no era un farol. Después de ganar en el Open de Australia a finales de 2013, 2014 comenzó con los motores en marcha.

En Europa terminó segundo en Abu Dhabi, noveno en Dubai, y octavo en el Masters de Augusta. En mayo, justo después de anular su boda con la tenista Wozniaki, llegó su primera victoria 18 meses después en el Tour Europeo. Fue en el BMW PGA Championship, y confirmaba que McIlroy iba en serio.

En el PGA Tour, mientras, había acabado segundo en el Honda Classic, prueba donde se había retirado con dolor de muelas en la temporada anterior. Después llegaron varios top ten, incluido el sexto puesto en The Players, y aunque en el Us Open sólo pudo quedar vigésimo tercero, en julio llegó su verdadero rugido ganando el Open Championship, un triunfo que se unió una semana después al Bridgestone, y una semana después al PGA Championship. Objetivo cumplido: dos Majors que le colocaban como nuevo número uno de vuelta a lo más alto.

La temporada no había acabado y McIlroy volvió a hablar. "Todavía se pueden conseguir más éxitos". Dicho y hecho. En los play offs de la FedEx Cup firmó un quinto puesto en el Deutsche Bank, un octavo en el BMW Championship y un segundo en la última cita, el Tour Champioship, aunque no le sirvió para ser el mejor en la FedEx. Después llegó la Ryder, con triunfo europeo en Gleneagles, y ya en Europa pudo firmar un segundo puesto en el Alfred Dunhill Links y estuvo cerca de la victoria, y en la final de Dubai también rozó el triunfo, terminando segundo para conformarse con ser el ganador de la Race to Dubai.

Todo ello le ha llevado a ser elegido el Jugador del Año en el PGA Tour y en el Tour Europeo, y es el primer jugador en lograr dos veces este simultáneo galardón. Un 2014 de ensueño para el norirlandés que tendrá difícil de igualar en 2015, un año con la mirada puesta en el Masters.