Tenía que ser Jamie Donaldson, un novato clasificado por méritos propios con un año sensacional y una victoria en la República Checa, quien ha dado a Europa el punto necesario para retener la Ryder Cup. No era uno de los partidos principales, era el décimo, pero le tocó con uno de los partidos más tensos, con Keegan Bradley, un hombre que vibra con la Ryder.
Los europeos necesitaban cuatro puntos y la victoria contundente de Rory McIlroy ante Rckie Fowler fue el primer paso. Enseguida llegó el triunfo de Graeme McDowell ante Jordan Spieth, uno de los ogros americanos de esta Ryder. El abrazo entre Mcdowell y McIlroy, que ese año no han sido pareja, lo decía todo. Dos puntos que ponían el camino muy cómodo para Europa.
El siguiente fue Henrik Stenson, que peleaba con la más fea, otro de los rookies americano que han sido lo mejor de esta Ryder para Estados Unidos. Patrick Reed lograba la victoria después de que el sueco fallara el putt para empatar en el 18. Mientras, Mickelson y Kuchar ganaban sus partidos ante un Gallacher que ha sido lo peor del equipo europeo y no ha podido sumar ningún punto en sus dos partidos que ha jugado, y ante Thomas Bjorn, que tampoco ha logrado controlar a su rival.
La alegría venía del partido de Martin Kaymer. El aleman controló en todo momento a un Bubba Watson muy discreto, y pronto se ponía 4 arriba para tan sólo tener que controlar el marcador. En el 16, con un chip embocó desde fuera y cerró su partido sumando el tercer punto.
La otra alegría llegaba por parte de Justin Rose, el mejor europeo en esta edición, que se las tenía que ver con Hunter Mahan y tuvo que pelear a tope para conseguir medio punto que acercaba un poco más al objetivo. Después de estar cuatro abajo en la segunda vuelta comenzó la remontada y aunque Mahan se revolvió bien, en el 18 el inglés volvió a ganar para rascar ese medio punto.
Con García, Poulter, Westwood y Dubuisson igualados en sus partidos, las miradas se dirigieron a James Donaldson. Pronto se vio que el galés tenía dominada la situación y tras aguantar el empuje del americano seis hoyos, pisó el acelerador ganando dos hoyos, y poniéndose dos arriba. Tras un intento de Bradley, Donalson apretó más y en el 12 ya estaba cuatro arriba. En el 14 tuvo la oportunidad de cerrar la competición pero falló el putt. No erró en el 15 con un aproach para firmar birdie empatar el hoyo, dejar el 4&3 y dar a Europa su sexta Ryder en lo que va de siglo XXI, la tercera consecutiva para seguir dominando.