El campo del Club de Golf Torrequebrada, abierto al público en 1976, y calificado como uno de los mejores de Europa, es un diseño de José Gancedo, conocido como el "Picasso del Golf", que en su época fue el mejor jugador amateur del golf español.
Gancedo
hizo un diseño que exige pensar y repensar cada golpe, en el que si se quiere
arriesgar ofrece un interesante reto a los jugadores. Numerosos lagos y
búnkers, estratégicamente situados, y
varios dog leg convierten el recorrido en un verdadero test.
El
campo está situado en Benalmádena, a solo veinte minutos del aeropuerto de
Málaga, Torremolinos o Fuengirola. En 1979 fue sede del Open de España.
"Éste",
señala Francisco Ruíz, su director, "fue el primer campo que diseñó Pepe
Gancedo. Fue una construcción muy pegada al terreno, sin que tuviese ninguna
cortapisa inmobiliaria o de otro tipo".
"Él,
prosigue, "jugaba sus bolas y veía donde tenía que poner algún obstáculo, donde
situar búnkers, lagos, etc".
"Cada
calle, cada green tiene su propia personalidad, y todos son diferentes. Los
greenes son grandes, con movimiento y elevados. Las calles son anchas y
generosas".
"Pepe
dispuso del terreno a su antojo, no como los diseñadores de ahora, que tienen
que adaptarse a los huecos que les dejan las promociones inmobiliarias.
Entonces apenas había aquí construcción, y cuando se construyó se hizo con el
campo ya hecho. Esa es la diferencia".
¿Qué hoyos destacaría del
recorrido?
En
general, todos. La zona de los greenes del 12, 13 y 14 es espectacular, con el
lago en el centro, la vista desde el tee del 18 hacia la casa club y la
montaña, la salida del 7, con golpe al mar Mediterráneo...
La
vegetación fue también muy cuidada: se sembraron más de cien variedades de
árboles, pinos, palmeras, etc.
Con el paso del tiempo en el
campo se han hecho algunas pequeñas modificaciones...
Sí,
porque había que ir adaptándolo al golf actual. Hicimos todos los caminos de
hormigón y reformas en la casa club y vestuarios, pero en general el diseño de
Gancedo no se ha variado ni cuando hemos reformado greenes o búnkers, etc.
¿Podría decirse que este es uno
de los campos más atractivos de la Costa del Sol?
A
las pruebas me remito: llevamos con una ocupación alta desde principios de
temporada, siempre con cifras de tres dígitos. Estoy convencido de que este
éxito se debe, además de al diseño del campo, al espectacular y riguroso
mantenimiento que hacemos, a los trabajos que constantemente realizamos en el
campo para mejorarlo y buscar la excelencia.
Este
año, por ejemplo, hemos podado la vegetación de pinos, palmeras y otros árboles
de siete calles para darle más espectacularidad a las vistas y más agilidad al
juego.
"Estamos
convencidos", añade Francisco Ruíz, "de que no nos estamos equivocando con la
política que seguimos, porque nuestros clientes, que son quienes nos marcan el
camino a seguir, están aumentando constantemente y sin necesidad de entrar en
la guerra de precios de otros campos de la Costa".
Esto
de tirar los precios es una de las preocupaciones del director de
Torrequebrada: "Creo", dice, "que el tipo de cliente que queremos lo
tenemos que marcar los campos y no que los clientes nos marquen a los campos el
precio que quieren pagar".
"No
se puede aceptar que un cliente venga y ponga encima de la mesa el dinero que
el quiere pagar por jugar. Hay que mantener los precios y no aceptar este tipo
de presiones. Todos deben pagar el precio que tiene el campo, no el que les
apetezca ese día".
"Y
si nuestros clientes nos visitan una y otra vez, siendo este campo más caro que
otros, no es porque sí, es porque el producto lo merece. Nuestra relación
calidad/precio es inmejorable, y ahora, para la temporada de verano tenemos
ofertas muy interesantes".
"Nuestro
lema", finaliza Francisco Ruiz, "es siempre calidad, calidad y calidad, tanto
en el campo como en la casa club".