Estaba cantado desde el segundo día y tras el 61 que Tiger Woods firmó en un campo que se conoce a la perfección consiguió su octavo Bridgestone Invitational.
Seguro que ahora Tiger, con el trofeo ya en sus manos no piensa en otra cosa que hacer doblete, como lo hizo hace unas semanas Phil Mickelson y conseguir una victoria mucho más importante y trascendental en el US PGA Championship. Veremos si tiene fuerzas y la racha continúa.