¿Estamos preparados para la revolución del golf mundial?
martes 28 de febrero de 2012, 00:00h
Después de diez años de dominio casi absoluto de Tiger Woods, el golf sigue buscando después de su caida del Olimpo a alguien que sea capaz de rellenar ese hueco que tanto demandan, público, patrocinadores, televisones y medios de comunicación e industria del golf en general. Los americanos quieren que ese relevo natural sea estadounidense, claro, pero da la sensación que el nuevo mesías del golf mundial podría tener 22 años, pelo alborotado, cara de niño travieso y una novia número uno del tenis mundial ¿Sabe de quien hablamos?
Con solo 22 años, el norirlandes Rory McIlrroy tiene todos los aditamentos para ser el nuevo Tiger del golf mundial. Su potencial es absolutamente increíble, tanto como su juventud. Con apenas 22 años ya sabe lo que es ganar un Major, la Ryder Cup, rozar casi el número uno del mundo, que tendrá antes o después, y concitar la simpatía de los aficionados al golf de todo el mundo.
Rory sólo tiene de malo, sobre todo para los americanos, que no es estadounidense. Esta vez, después de más de diez años de dominio mundial de Tiger, parece que las tornas se vuelven hacia europa y que McIlroy podría ser en un futuro muy cercano el nuevo icono de est deporte en el mundo.
A diferencia de Donald, actual número uno del mundo, Lee Westwood, demasiado mayor y Martin Kaymer, posiblemente el que menos transmite de los cuatro, McIlroy tiene un arma que no poseen sus rivales. Es la simpatía, lo bien que cae a todo el mundo, su cercanía con la gente y sus orígenes humildes en la cuna del golf.
Irlanda es verde y por sus venas corre sangre de golf desde hace muchos años. El papel norirlandés en el golf de más alta calidad no puede ser más espectacular con tres de sus mejores jugadores ganadores de tres Majors en las últimas temporadas.
El golf europeo tiene una estrella que puede explotar en cualquier momento y dar un acelerón de la misma intensidad que dio Tiger en sus comienzos, allá por 1997. Quizá ahora la cuestión sea saber si el golf mundial está preparado para lo que está a punto de llegar: La revolución McIlroy.