Un año después de su puesta en marcha, Jason Floyd Academy tiene todo a punto para la segunda temporada. Con más alumnos de toda Europa que apuestan por el golf, esta Academia situada en Sotogrande quiere profundizar en su sistema integral. Tras el fichaje de María Verchenova, amplía su oferta con campamentos de verano y programas matinales que siguen apostando por el golf basado en los fundamentos físicos y técnicos y ponen la base para descubrir a los futuros genios del golf.
La experiencia del primer año invita al optimismo. Una decena de alumnos de toda Europa han realizado su curso académico con un importante añadido: su deporte favorito. Algunos, como el italiano Ricardo Michelini, lo tienen claro y su objetivo es alcanzar el éxito profesional dentro del golf. De hecho esta más que promesa italiana, una más de la fenomenal cantera que está sacando Italia para el golf mundial y campeón de Italia sub 16, ha dedicado un plus en la Jason Floyd Academy al intensificar sus estudios de Bachillerato y dejar a un lado la competición.
Michelini es uno de los alumnos de la primera promoción de esta Academia que ha apostado por una formación integral enfocada al golf pero centrada en los estudios y en la formación física y técnica. Los ocho chicos y dos chicas del primer año han hecho piña. Por las mañanas acudían al Colegio Internacional de Sotogrande desde su residencia en el Hotel NH Almenara. Por la tarde se dedicaban al golf con un detallado programa personalizado. De este modo se integra una formación no sólo deportiva sino también humana hasta el punto de que se recomienda olvidarse de las competiciones hasta que no se alcance un nivel determinado.
Tras una evaluación y la eliminación de limitaciones en los dos primeros meses, llega la fase del fortalecimiento con nuevas pautas en el swing durante los tres meses siguientes. A partir de febrero se apuesta por potenciar las cualidades y preparar a un campeón. La nutrición, la mentalidad y la actitud se miran con lupa en esta “fábrica”.
De hecho, al igual que se hace en las artes marciales, los niveles de los diferentes alumnos se establecen por colores, en este caso no del cinturón, sino de la gorra y una pulsera. Así los propios alumnos se motivan en su evolución física y técnica, y junto a la rivalidad que suponen los niveles, también es una recompensa al esfuerzo. Del verde que sería el jugador amateur de elite hasta el negro que corresponde a un ganador del Tour Europeo habría que pasar por el rosa, jugador del Challenge, y el gris, jugador del Tour Europeo.
La actividad del primer curso ha dejado buen sabor de boca y para este verano se han preparado campamentos con la misma filosofía. Son 15 días en los que, con menos intensidad que el curso académico, se establecen unos parámetros para que los chicos mejoren su golf a partir de un sistema que va desde el fortalecimiento físico hasta la técnica, pasando por la alimentación y la psicología deportiva. Los campamentos, en las dos quincenas de julio y la primera de agosto, pretenden ofrecer el mismo sistema que en la Academia aunque, lógicamente, más reducido. Junto al golf el campamento tiene preparadas además clases de idioma, inglés o español, según lo que pidan los alumnos, así como actividades de ocio.
Mientras, la Academia seguirá ofreciendo programas matinales para aquellos que lo soliciten este verano, de manera que la intensidad de la Jason Floyd Academy seguirá en los meses de julio y agosto. Todo para que no pare esta Academia que cuenta ya con dos centros en Madrid, Illescas y Retamares, y uno en Sotogrande, la primera academia junior en Europa y que fabrica ya los primeros sueños de golf.