La idea a la hora de construir este nuevo recorrido era la de crear un campo de golf que pudiera hacer frente a las necesidades particulares del anfitrión de una Ryder Cup.
Una estrecha coordinación entre la European Golf Design y el Tour Europeo aseguró que el diseño del campo fuera el idóneo para esta competición atendiendo también todos los elementos necesarios para organizar un gran evento deportivo y previendo también la creación de zonas para las tiendas, carpas, plataformas, incorporación de espacio para todos los medios de comunicación y las televisiones y buenos lugares para los espectadores.
El recorrido completo se reproduce a lo largo del suelo del Valle de Usk, con unas vistas maravillosas en todas las direcciones a lo largo del valle y hacia la ciudad de Carlion. El agua entra en juego en nueve hoyos, creando riesgos emocionantes y oportunidades de recompensa para los jugadores.
Muchos de los hoyos han sido diseñados para ofrecer diferentes opciones para el jugador a la hora de encarar el hoyo, tanto desde el tee como desde las calles y los greenes. El campo se puede jugar de varias maneras, dependiendo de las exigencias de cada competición.
Los tres últimos hoyos han sido situados en las laderas más bajas del valle y ofrecerán una conclusión difícil y dramática para el torneo, sobre todo en el 18, donde los jugadores deben decidir si juegan a arriesgar o no. Será sin duda uno de los campos más espectaculares en la historia de la Ryder Cup.