Y es que todos o casi todos están pensando ya, por lo menos los grandes, en el British Open que se disputará la próxima semana. Además, las malas condiciones meteorológicas no han ayudado mucho. El caso es que los que van a jugarlo da la sensación de que no quieren perder ni un golpe en un torneo para el que ya no pueden hacer nada como es el caso, por ejemplo, de Phil Mickelson, que no pasó el corte y que decepcionó una vez más a los que piensan que puede llegar a ser número uno.
Y los que no van a jugarlo porque después de la buena actuación de Darren Clarke ven complicdo luchar por una victoria que parece que se decidirá entre el propio Clarke, que hace más de dos años que no gana -la última vez fue en 2008, cuando consiguió su dos últimos títulos- y el italiano Edoardo Molinari.
Junto a ellos, destacaron también en esta segunda vuelta el sueco Peter Hedblom y el galés Bradley Dredge(-6), el otro Molinari, Francesco (-5) y McGraene, Storm y Derksen (-4) que parecen también con opciones de victoria.
De todas maneras quedan dos jornadas todavía y la clasificación podría cambiar totalmente. Quienes no parece que vayan a tener posibilidades son los dos únicos españoles que quedan en el torneo, el gaditano Álvro Quirós, que hoy firmó 69 golpes y es vigésimo primero con uno bajo par y el madrileño Alejandro Cañizares que, con +2, ocupa la quincuagésima posición.
Fuera del corte se han quedado esta vez Pablo Larrazábal (+3), Ignacio Garrido (+4), Pablo Martín Benavides y Gonzalo Fernández Castaño (+6), José Manuel Lara y Miguel Ángel Jiménez (+8) y Rafa Cabrera Bello(+16).