Enclavado en la escarpada costa del Condado de Antrim, en Irlanda del Norte, el Royal Portrush Golf Club se prepara para recibir una vez más a los mejores golfistas del planeta en el 153º Open Championship. Esta será la tercera ocasión en que el club acoge el torneo más antiguo del golf, tras las ediciones de 1951 y 2019, consolidando su estatus como uno de los campos más emblemáticos y desafiantes del circuito mundial.
Fundado en 1888 como The County Club, recibió el título “Royal” en 1895 bajo el patrocinio del Príncipe de Gales, y desde entonces ha sido un pilar del golf irlandés. Su recorrido principal, el Dunluce Links, diseñado por el legendario arquitecto Harry Colt en la década de 1930, es considerado una obra maestra del golf de links. Colt, responsable de joyas como Sunningdale y Muirfield, logró en Portrush una síntesis perfecta entre belleza natural y exigencia técnica. El campo se extiende sobre dunas gigantescas y ofrece vistas espectaculares del Atlántico Norte, con el castillo medieval de Dunluce como telón de fondo.
El Dunluce Links cuenta con 18 hoyos que combinan estrategia, precisión y valentía. Entre los más significativos destaca el hoyo 5, “White Rocks”, un par 4 corto que serpentea hacia un green encaramado al borde de los acantilados. Es un hoyo de riesgo-recompensa, donde los jugadores pueden intentar alcanzarlo desde el tee, pero cualquier error puede terminar en el mar o fuera de límites. Otro hoyo icónico es el 16, “Calamity Corner”, un par 3 de 236 yardas que exige un golpe largo y preciso sobre un profundo barranco. No hay bunkers, pero el castigo por fallar es severo. Este hoyo ha sido testigo de momentos dramáticos en la historia del torneo, y su nombre no podría ser más acertado.
El campo también ha sido modificado para adaptarse a las exigencias del golf moderno. En preparación para el Open de 2019, se rediseñaron los hoyos 7 y 8, incorporando terreno del recorrido secundario, el Valley Links. Estas modificaciones permitieron mejorar el flujo del campo y crear espacio para la infraestructura del torneo, como la villa de espectadores. Además, se añadieron nuevos bunkers, se alargaron varios hoyos y se ajustó el par total a 71, con una longitud que supera las 7.300 yardas. Para 2025, el campo ha sido afinado aún más, con mejoras en el drenaje, el mantenimiento de los greens y la recuperación de zonas naturales para preservar el carácter salvaje del links.
La historia de Royal Portrush está marcada por grandes momentos. En 1951, Max Faulkner se coronó campeón en la primera edición del Open celebrada fuera de Escocia e Inglaterra. En 2019, Shane Lowry hizo vibrar a la afición local con una victoria inolvidable, bajo condiciones climáticas adversas y una presión mediática enorme. Su triunfo fue celebrado como un hito nacional, y el torneo atrajo a más de 237.000 espectadores, convirtiéndose en uno de los más exitosos de la historia reciente del Open.
Más allá de los campeonatos profesionales, Royal Portrush ha sido cuna de talentos como Fred Daly, primer irlandés en ganar un major, y Graeme McDowell, campeón del US Open en 2010. También es el club favorito de Darren Clarke, ganador del Open en 2011, y el lugar donde Rory McIlroy, con apenas 16 años, firmó una histórica ronda de 61 golpes en el North of Ireland Amateur Championship.
La preparación para el 153º Open ha sido meticulosa. El club ha trabajado en estrecha colaboración con el R&A para garantizar que el campo esté en condiciones óptimas. Se han realizado ajustes en la velocidad de los greens, el corte de los fairways y la colocación estratégica de los tees para adaptarse a las condiciones meteorológicas cambiantes del verano norirlandés. Además, se ha reforzado la infraestructura para recibir a miles de espectadores, medios de comunicación y personal técnico, sin comprometer la esencia natural del entorno.
El torneo contará con una cobertura global sin precedentes, con más de 30 televisiones que daran el torneo en 199 países. R&A TV ofrecerá transmisiones en vivo desde el campo de prácticas y grupos destacados, mientras que The Open Radio brindará más de 50 horas de cobertura en directo. La app oficial y el sitio web del torneo permitirán seguir cada golpe, cada giro de la clasificación y cada historia que se teja entre las dunas.
Royal Portrush no es solo un campo de golf; es un símbolo de resiliencia, tradición y excelencia. Su regreso como sede del Open en 2025 confirma que el golf en Irlanda del Norte vive una nueva era dorada. Esta semana, entre el viento, la lluvia y el rugido de la multitud, se escribirá un nuevo capítulo en su historia centenaria. Y como siempre, el Dunluce Links estará listo para poner a prueba a los mejores del mundo, con la majestuosidad y el carácter indomable que lo han convertido en una leyenda del golf.
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