La segunda jornada del Rocket Championship, disputado en el siempre exigente Detroit Golf Club, ha dejado un panorama vibrante y una clasificación comprimida que promete emociones fuertes de cara al fin de semana. Tres jugadores comparten el liderato con un acumulado de -14 tras 36 hoyos: Chris Kirk, Philip Knowles y Andrew Putnam. Cada uno ha seguido caminos distintos para llegar a lo más alto, pero todos han demostrado solidez, temple y capacidad para adaptarse a un campo que, si bien ha estado receptivo, no ha regalado nada.
Chris Kirk, veterano de 40 años y ganador del torneo inaugural de la temporada pasada en Kapalua, firmó una vuelta de 65 golpes, repitiendo el resultado de la primera jornada. Su ronda fue una mezcla de agresividad y control, con nueve birdies y dos bogeys. Comenzó con fuerza, encadenando tres birdies en los tres primeros hoyos, lo que marcó el tono de su día. Kirk aprovechó las condiciones más benignas de la mañana, cuando el viento aún no se había levantado, para atacar las banderas con confianza. Su experiencia y conocimiento del campo se hicieron evidentes en los hoyos más complicados, donde supo minimizar errores y mantener el impulso.
Philip Knowles, de 28 años, protagonizó una de las actuaciones más destacadas del día con una tarjeta de 64 golpes. Su vuelta incluyó tres eagles, una hazaña poco común incluso en el PGA Tour. Knowles embocó desde fuera del green en los hoyos 4, 7 y 17, demostrando una precisión quirúrgica en su juego corto. Este resultado cobra aún más valor si se tiene en cuenta que el estadounidense había fallado el corte en cinco torneos consecutivos y solo había superado dos en toda la temporada. Su actuación en Detroit representa un renacer inesperado y una muestra de que el golf, como él mismo dijo, “es un deporte extraño: cuando juegas mal, sientes que nunca volverás a jugar bien, y cuando todo encaja, no entiendes cómo pudiste fallar tanto”.
Andrew Putnam, por su parte, completó su segunda ronda con un sólido 66, tras un 64 inicial. A diferencia de sus compañeros de liderato, Putnam jugó en el turno de la tarde, cuando el viento se intensificó y las condiciones se volvieron más exigentes. Aun así, logró mantener la compostura y firmar cuatro birdies y un eagle, contrarrestando un único bogey. Su capacidad para adaptarse a las condiciones cambiantes y su consistencia en los greenes lo convierten en un serio aspirante al título. Putnam busca su segunda victoria en el PGA Tour, tras su único triunfo en 2018, y esta semana parece haber encontrado el ritmo adecuado.
A un solo golpe del trío líder se encuentra Jackson Suber, quien entregó una tarjeta de 65 golpes para colocarse con -13. Suber ha mostrado un juego muy equilibrado, con una mezcla de potencia desde el tee y precisión con los hierros. Su confianza se ha reflejado en su lenguaje corporal y en la forma en que ha encarado los hoyos más desafiantes del recorrido. A dos golpes, con -12, se sitúan Aldrich Potgieter y Mark Hubbard. Potgieter, que había compartido el liderato tras la primera jornada con un 62, no pudo mantener el mismo nivel y firmó un 70, mientras que Hubbard entregó un 69 tras un brillante 63 inicial.
Uno de los grandes protagonistas del día fue Jake Knapp, quien firmó una espectacular vuelta de 61 golpes, once bajo par, para escalar posiciones y colocarse con -11. Knapp, que había comenzado el torneo con un discreto 72, protagonizó una remontada memorable con nueve birdies y un eagle, sin cometer bogeys. Esta actuación lo convierte en el único jugador del PGA Tour en la temporada en registrar dos rondas de 61 o menos, tras su 59 en el Cognizant Classic. A pesar de su hazaña, Knapp se encuentra fuera del top 6, lo que habla del altísimo nivel de juego que se está viendo en Detroit.
El grupo de jugadores con -11 es numeroso e incluye nombres ilustres como Collin Morikawa, Hideki Matsuyama, Gary Woodland y Kevin Roy. Matsuyama, que esta semana compite con un caddie suplente por problemas de visado de su habitual compañero, ha mostrado una gran adaptación y se mantiene en la pelea gracias a su consistencia y temple. Morikawa, por su parte, ha ido de menos a más y parece haber encontrado su mejor versión justo a tiempo para el fin de semana.
El campo del Detroit Golf Club ha ofrecido un reto interesante. Aunque las condiciones han sido en general favorables, con greenes receptivos y calles en buen estado, el viento ha sido un factor determinante, especialmente en la tarde. Los hoyos más expuestos, como el 13 y el 15, han exigido máxima precisión desde el tee, y los bunkers estratégicamente colocados han penalizado a quienes se han desviado mínimamente. El hoyo 17, donde Knowles logró uno de sus eagles, ha sido uno de los más espectaculares del día, con varios jugadores atacando la bandera con agresividad.
En cuanto al clima, la jornada del viernes se desarrolló bajo un cielo parcialmente soleado, con temperaturas que alcanzaron los 32 grados y una humedad elevada que hizo mella en algunos jugadores. El viento, que sopló con rachas de hasta 13 km/h, complicó la lectura de algunos golpes, especialmente en los greenes más expuestos. A pesar de ello, el nivel de juego fue altísimo, con numerosas vueltas por debajo de 65. La previsión para el fin de semana es más estable, con temperaturas algo más suaves y menor probabilidad de tormentas, lo que augura un desenlace vibrante y sin interrupciones.