En un día largo y duro en Quail Hollow y marcado sobre todo por los problemas "dopaje tecnológico" con el drive de Rory McIilory, Jon Rahm, nuestro mejor representante en este segundo major de la temporada, ha estado a la altura de lo que todos esperábamos de él e incluso da la sensación que de él mismo tras terminar en su tercera vuelta y tras dos rondas de 70 golpes el jueves y domingo con una tarjeta de cuatro bajo par en un día que ha sido muy bueno para él, en donde llegó a colocarse como colíder y dejándose todas las opciones para mañana de optar a una posible victoria.
Para Jon sería su primer triunfo en el PGA Championship, para el golf español el décimo major en el palmarés de los nuestros tras los cinco de Seve, los dos de Jon Rahm, los dos de José María Olazábal y el Masters de Sergio García en 2017. Para Jon sería su tercer entorchado después de un 2025 donde no está brillando mucho en los torneos que ha jugado fuera del LIV, con muy malos resultados en la primera cita del año en el DP World Tour, allá por principios de temporada, y en el Masters de Augusta, donde tampoco demostró su enorme calidad.
Y lo más curioso es que el de Barrika no dejaba de comentarnos que a pesar de que los resultados que estaba teniendo estaba muy cerca de jugar muy bien y de darnos buenas noticias y hoy, por lo menos, nos ha hecho dusfrutar de lo lindo en esta tercera jornada de torneo.
Rahm comenzaba por el 1 y lo hacía de maravilla con birdies en el 1 y el 3. Su primer error llegaba en el 6, pero terminaba sus nueve primeros con un birdie más en el 7 para terminar con 33 golpes y dos pares al 8 y al 9 que le dejaban con las puertas de par en par para seguir mejorando en la segunda parte de su vuelta. El diez lo comenzó con otro birdies para seguir con boey al 11 y las cosas en el marcador manteniéndose en -3, lejosn de la cabeza, pero tres birdies seguidos al 14, 15 y 16 le hicieron subir hasta el -7 para colocarse como colíder del torneo subiendo casi 28 posiciones en la tabla y situánose muy bien de cara a la jornada del domingo. Pero un amal tragó llegó en el 17 donde firmó su último bogey del día para bajar a -6 y terminar el 18 con otro par que le dejaba entonces en la cuarta plaza con ese parcial de -4 y con toda la ilusión por que llegue el domingo y siga en la misma línea que ha tenido hoy y con opciones de victoria para sumar su tercer major de su carrera.