No hemos tenido muchos torneos dentro de esta semana. Pero los resultados tuvieron lo suyo. Lo que pasó más desapercibido fue el T-53 de la mexicana María Fassi, en el PIF Saudi Ladies International del Ladies European Tour. Ahora bien, cuando salimos del mundo del golf femenino, hay bastantes cosas para rescatar. A su vez, uno de esos resultados tomó una preponderancia merecida. Veamos.
En el Farmers Insurance Open, el T-34 del colombiano Nicolás Echavarría tiene sabor a poco. Y tiene sabor a poco porque había arrancado a 5 impactos de la punta, en la pelea por el torneo. ¿Qué le pasó? Nada malo. Surgieron múltiples candidatos que no dieron margen al error. Y el mejor latino del ranking mundial erró en el momento que no tenía que estar, con un último día fallido de 75 golpes. No obstante, Echavarría se está acostumbrando a enfrentar de igual a igual a los mejores golfistas del planeta. Y eso genera muchas esperanzas para lo que viene.
En otro orden de cosas, el Chubb Classic del Champions Tour contó con un Justin Leonard que tuvo que esperar 6.098 días para volver a ganar. La emoción era notoria en el norteamericano, quien vuelve a creer en su juego y en lo que es capaz de hacer. Ahora bien, también puede creer en lo que es capaz de hacer el chileno Felipe Aguilar. Piensen que era su primer evento en la máxima gira para veteranos, sabiendo la notable paridad que existe entre las estrellas. Bueno, el oriundo de Valdivia se quedó con un T-12 que lo ayuda a empezar a construir un buen 2025. Nada mal para comenzar.
Y lo más importante llegó desde la ciudad australiana de Adelaida. Es que el golf latino le vuelve a dar al mundo del golf una nueva explicación de por qué le brinda un valor adicional a LIV Golf: un LIV Golf que debería estar enormemente agradecido por lo que estos chicos hacen. Piensen que la semana, en un evento que quiere ser una especie de Waste Management Phoenix Open (confieso que este es el torneo que menos me gusta del PGA Tour, pero entiendo por qué está), tuvo tres protagonistas principales. Desde nuestra humilde mirada, nos estamos refiriendo al mexicano Abraham Ancer, su compatriota Carlos Ortiz y el gran chileno Joaquín Niemann, quien arrasó en la parte final y se quedó con un nuevo título en esta gira. Pareciera que los 3 (en especial, hacemos énfasis en nuestro querido ganador) saben tener material adicional para manejarse en este tipo de ambientes. Y los cupos para los majors, encima, generan una motivación mayor.
Nuestros protagonistas principales tienen un punto de común: están tratando de hacer notar sus credenciales CON OTRA MENTALIDAD. Y las acciones están a la vista.
PD: Sabiendo que estamos ante posibilidades concretas de un acuerdo cercano, deseo de todo corazón que Joaquín Niemann pueda conseguir mayor libertad para jugar en el mundo, más allá de lo que piense (pensemos) sobre LIV Golf. El chileno hace la diferencia en la región, tomó la responsabilidad de pelear por volver a los majors y no perder relevancia y brindaría un plus, si también pudiera volver a competir en los torneos que juegan el mencionado Nicolás Echavarría y el venezolano Jhonattan Vegas, por dar dos ejemplos de nuestros representantes en el PGA Tour.