Ya dejó claro Jon Rahm en la víspera que no es perfecto, pero quizás el de Barrika sea el menos imperfecto de los jugadores de golf del mundo, o por lo menos, el que mejor aprovecha sus imperfecciones.
Hoy en la primera jornada del Arnold Palmer Invitational lo volvió a hacer, firmó unos meritorios 65 golpes para comenzar como líder una nueva semana del PGA Tour. Lo hizo fallando golpes desde el tee (erró seis calles) y un par de malos swings; salvado pares importantes en los hoyos 14 y 15, el último embocando un putt de 7 metros. "El del 15 fue enorme, hice el peor swing del día, y salvar el par así sabiendo que viene un hoyo de birdie es un buen negocio. Hubiera aceptado el 5, había fallado deesde el tee y era consciente de que el cinco no sería un mal resultado", comentaba Rahm tras su fulgurante inicio de torneo.
Moralizado el jugador español, se plantó en el tee del 16 para terminar reventando el clásico diseño y cuartel general de Arnold Palmer con una secuencia de eagle, birdie, birdie, jugando un golf pluscuamperfecto.
La secuencia inicial con tres birdies en los tres primeros hoyos ya marcó esta primera jornada en la que Rahm lidera el torneo con dos golpe de ventaja sobre el grupo formado por los norteamericanos Kurt Kitayama, Cameron Young y el ganador de la semana pasada Chris Kirk. "Si hubieras seguido la ronda habrías visto muchos errores, he conseguido sacar provecho, es decirr, minimizar errores y convertir un par de situaciones en un buen resulatdo, pero siempre puedes jugar mejor, solo es el primer día, si me preguntas el domingo si firmaría seguir jugando así, probablemente cambiaría mi respuesta". Afirmaba un Rahm, que disputa su sexto torneo de 2023, con un total de 21 vueltas de golf.
En esta racha mágica, en 19 de ellas terminó dentro del top-ten. Rahm acumula, además, solo en este periodo, 100 golpes por debajo del par del campo y una media de 67 golpes por ronda. Números legendarios, solo al alcance de las mejores rachas de Tiger Woods.