Siguen sucediéndose las suspensiones y los aplazamientos en diferentes circuitos profesionales como el KPGA Tour y el LPGA Tour. En otros, como el Alps Tour, las condiciones con las que la dirección del circuito quiere completar la temporada no convencen a los jugadores. Mientras, la Costa del Sol, con el 90% de sus campos abiertos, intenta volver a ser el referente europeo para los turistas de golf.