Después del lío de la pasada edición del U.S. Open que saldó la primera ronda con cuatro tarjetas bajo par, parece que la USGA ha recapacitado en cuanto a las exigencias que impone al campo y en esta sesión inaugural del torneo en Pebble Beach son 39 los jugadores que han ganado al campo y, en consecuencia, los rectores del golf americano han esquivado la polémica con los jugadores.
Entre los que ganan al campo andan los cuatro españoles, aunque el que destaca es Justin Rose. El inglés acabó imponiendo su ley en la clasificación gracias a los 65 golpes que adornaron su tarjeta para empatar con Tiger Woods en el resultado más bajo del torneo en Pebble Beach, y que dejaban a un golpe a un grupo de cuatro golfistas entre los que marchan Rockie Fowler, Xander Schauffele, Louis Oosthuizen y Aaron Wise.
Los primeros pasos de Rose fueron cautelosos. El británico se paseó por los tres primeros hoyos sin hacer ruido. Tres hoyos, tres pares, justo antes de restar en el 4. A partir de ahí la primera vuelta de Rose daba un giro. En el hoyo 6 firmaría un eagle antes de anotar en el hoyo 7 su segundo birdie. Bien es cierto que este tardaría poco en desaparecer de su casillero. Un bogey en el hoyo 8 lo dejaba sin efecto.
Cruzado el ecuador del torneo, la calma chicha se instalaba en la cartulina del inglés. Hasta seis pares consecutivos tuvo que dejar pasar antes de cerrar la jornada con una espectacular serie de tres birdies entre los hoyos 16 y 18.
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