No cabía en si mismo. Tiger Woods era un hombre feliz tras su quinta victoria en el Masters de Augusta. Un triunfo que no ha sido nada fácil para él. Ha tenido que luchar contra los mejores y hasta el último putt no ha sabido que era el campeón.
"Han sido momentos muy duros pero también muy bonitos. Hoy no estaba mi padre aquí pero tampoco lo estuvo en 2005, en mi última chaqueta verde ya que entonces se recuperaba de un ataque al corazón. Pero hoy estaba mi madre y mis hijos y esa es la mejor noticia para mi, no puedo estar más feliz".
He vivido momentos complicados. Por un lado estaba muy pendiente de mi juego de donde terminaban las bolas, del golpe que tenía que dar pero tambiéne staba muy pendiente de los marcadores, de lo que iba haciendo cada uno, del griterio de la gente por los hoyos. Era una situación confusa porque todo estaba muiy apretado, pero ha sido espectacular, la verdad".
"Ganar la Chaqueta otra vez es muy importante para mi y la verdad no tengo palabras para describir la emoción que siento", dijo el ganador de este Masters 2019.
"Tirar la toalla nunca es parte de la ecuación. Hay que seguir luchando con los desafíos que tenemos cada día. Me sentía muy preparado antes de llegar aquí. Estaba empezando a mover la bola cómo sé que puedo hacerlo para ganar aquí. Me duele el cuerpo. Definitivamente lo he dado todo hoy. Puedo asegurar que no voy a pegar una sola bola mañana", comentó.
Además, reconoció que "Mis hijos están empezando a entender cuánto les importa el golf por algunas de las cosas que había logrado" y desveló que "antes solo sabían que su deporte sólo le provocaba "mucho dolor".
"Es fantastico volver a ganar aquí después de mi victoria en 2005. 1986 es mi primera memoria del Masters. Entonces, Jack Nicklaus tenía 46 años y yo tengo ahora 43 años", recordó.
Para Woods, una de las claves de su victoria fue su preparación: "Cuando empecé como profesional era el único en el gimnasio, excepto por Vijay Sing. Hasta Phil Mickelson va al gimnasio ahora. Creo que he tenido algo que ver con eso. Puedo ganar majors ahora. La victoria en East Lake (final del PGA Tour) confirmó que puedo ganar contra los mejores del mundo".