El número uno en las apuestas para ganar el Open Championship 2018 no era otro que el estadounidense Dustin Johnson. Es lógico que el número uno mundial ocupe esa posición antes de que empiece el torneo.
Las expectativas sobre él también decían que Johnson, como gran pegador que es -uno de los mejores del panorama internacional- podría destacar desde el primer momento debido a su pegada y a las condiciones de un Carnoustie excesivamente seco por la falta de lluvias y agua.
Sin embargo, las cosas no han ido como se pensaban para el norteamericano que hasta el hoyo 18 llevaba más o menos encarrilada su vuelta y con dos hoyos por jugar -el 17 y el 18- iba con dos más del campo pero con esos dos hoyos para recuperar.
En el 17 no ha logrado su objetivo y terminaba pero en el 18 Johnson ha vivido su peor hoyo del día firmando un triple bogey que le deja con +5, muy lejos de la cabeza, a diez golpes nada más y nada menos, y con la obligatoriedad de hacer un gran ronda este viernes si quiere pasar el corte y ya no luchar por la victoria, sino hacer un resultado aceptable.