El LPGA no ha podido arrancar mejor. Emoción, competitividad, pasión, retos, igualdad… ¿qué más se puede pedir?
En primer lugar hay que destacar el papel de las españolas. España ocupa un lugar importante dentro del LPGA con presencia histórica de 5 de las nuestras esta temporada: Carlota Ciganda, Azahara Muñoz, Beatriz Recari, Belén Mozo y María Parra. Bingo. Jamás hemos tenido a tantas españolas en el circuito más importante a nivel mundial. ¿En qué otro deporte hay cinco españolas en primera fila? Pocos. Y lo mejor es que no es circunstancial; dos de ellas, Azahara y Beatriz llevan siete temporadas entre las mejores del mundo, en las que han logrado cuatro victorias (1 la malagueña, 3 la navarra); Belén Mozo llegó al LPGA en 2011 y lucha por mantenerse, aunque sea de forma condicional, desde entonces; Carlota desembarcó en 2012 y el año pasado sumó dos victorias al palmarés español; y la más joven, María Parra, entra en esta temporada que promete.
En total suman 6 victorias individuales en el LPGA en estos 7 años; formaron parte del equipo ganador de la Solheim Cup en 2011 y 2013, se coronaron reinas del golf en el International Crown en 2014, y dos de ellas ya son deportistas olímpicas. No se les puede exigir nada más; simplemente apoyar sus objetivos y auparlas a conseguirlos: los Grandes.
Grandes son las jugadoras que han empezado con fuerza esta temporada. Con solo cuatro torneos disputados en lo que llevamos de temporada, ya se perfila un año de máxima emoción.
Lydia Ko ya es discutible número 1 del mundo, ha demostrado que es vulnerable en los últimos 9 torneos disputados –desde septiembre del 2016- , en los que sólo ha conseguido firmar dos top 10 muy, muy justitos (8ª y 9ª). Eso, comparado con el resto de la temporada en la que firmó 12 top 5, con cuatro victorias entre ellos, da señales de que algo está pasando. A pesar del cambio de palos y de entrenador no recupera ese altísimo nivel de competición al que nos tenía acostumbrados… ¿no será que se precipitó? ¿qué tuvo mucha prisa por estar arriba? Bueno, el caso es que hasta hace unos meses estaba a años luz del resto y ya no.
Ariya Jutanugarn, la jugadora que ha abierto los ojos al mundo del golf en Tailandia, se acerca sigilosamente al liderato mundial. Así, como quien no quiere la cosa, llegó el año pasado al LPGA y tras unos primeros torneos de toma de contacto, sentenció la temporada con 6 victorias, una de ella un Grande, el British Open y por supuesto fue la Rookie del año. Es la número 2 del mundo, ha jugado dos torneos y ha hecho 2 top 10, uno de ellos, un segundo puesto.
Ha Na Jang, la divertida coreana que celebra sus victorias con ritmo, imitando las coreografías de Beyoncé, que aprendió inglés con las películas de Disney, como la Sirenita se ha convertido en una dura competidora y se ha colado en el top mundial con su reciente victoria en Australia.
El dominio asiático es uno de los objetivos de las golfistas occidentales, y en lo que llevamos de temporada sólo la norteamericana Brittany Lincicome ha podido con ellas; lo logró en el primer torneo del año en Bahamas. Aunque Lexi Thompson, única norteamericana entre las 10 primeras del mundo, que cuenta con 7 victorias y entre ellas, un Grande, ya ha firmado un segundo puesto parece dispuesta a arrasar en esta temporada y dejar con la boca abierta hasta a su presidente, con quien ha compartido numerosas vueltas de golf.
En todo este panorama de repente regresa a la competición la olvidada –desde su medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro- Inbee Park, que se retiró de la competición por una supuesta lesión de un dedo pulgar sobre el que informaron sus agentes con ciertas evasivas. Algo raro. Lo que sí es cierto es que volvió (en Tailandia), vio y venció (en Singapur). Ha subido tres puestos de golpe en el ranking mundial, ya está 9º; si los sube de tres en tres, en un par de torneos la tenemos de número 1 del mundo, puesto que ostentaba hasta que apareció Lydia Ko.
Así está el panorama sin citar a otras decenas de jugadoras con las mismas posibilidades de ganar torneos, Grandes, y de colocarse en la pelea por el liderato mundial, algunas de ellas que nos suenan y otras que todavía no.
El LPGA está más abierto que nunca, las mejores del mundo han empezado a tope, entre ellas cinco españolas, y esto no ha hecho más que empezar.