Lo hará en Bahamas, que no es un mal sitio, con 17 excelentes jugadores seleccionados entre la "creme de la creme" del golf mundial, y con todos los ojos, tanto de aficionados como de medios especializados, fijándose en cada uno de sus movimientos.
Un torneo este, que no tendrá corte con lo que Tiger se asegura en su retorno a los campos y torneos de máximo nivel su participación en las cuatro jornadas y parece que, en principio, con la obsesión de no quedar el último.
Todas las cartas están sobre la mesa y por ahora Tiger parece que tiene la mano. Veremos como se le da la partida.