El estudio, encargado por el R&A, muestra que el gasto de los visitantes a Escocia para ver el torneo en directo generó 88 millones de libras, casi el doble que el alcanzado en 2010 cuando el evento se jugó también en el Old Course.
Según el R&A, a más de 52 millones de libras ascendió el beneficio de marketing e impacto publicitario de St. Andrews y Escocia gracias a la emisión de las imágenes del torneo en más de 500 millones de hogares en todo el mundo, según el estudio realizado por la empresa Kantar Media Sport Intelligence.
La evaluación del impacto económico, llevado a cabo por el Centro de Investigación de la Industria del deporte de la Sheffield Hallam University, estima que sólo el condado de Fife, donde se ubica St. Andrews, se benefició de una cifra cercana a los 52 millones de libras.
Un retorno y beneficios que vienen dados por los 237.024 espectadores que disfrutaron en directo del torneo, unos 93.000 espectadores únicos de los cuáles 26.400 eran extranjeros, un 28% del total, frente al 20 % de 2010.

"Todos sabemos que el golf y sus orígenes son sinónimos de Escocia, pero estas excelentes cifras muestran que la conexión entre el juego y su hogar espiritual es más fuerte y productiva que nunca. Albergar este tipo de eventos es una tremenda oportunidad para mostrar Escocia internacionalmente y la generación de ingresos extras para las empresas locales, restaurantes, hoteles y la economía escocesa en general”, aseguraba la primera ministra Nicola Sturgeon.
Por su parte, Martin Slumbers aseguraba que “El Open es uno de los eventos deportivos más grandes del mundo y nosotros estamos encantados de poder organizar este torneo este año en otro gran recorrido como es Royal Troon”.