Las posibilidades de que Sergio García forme parte del equipo europeo de la Ryder Cup 2025, que se disputará en Bethpage Black del 26 al 28 de septiembre, son actualmente reducidas según las previsiones de los medios especializados, situándose en una horquilla estimada entre el 10% y el 30%. Esta cifra refleja tanto el respeto que aún genera su trayectoria como las dificultades que enfrenta en el presente.
García, el jugador con más puntos en la historia de la Ryder Cup, ha manifestado su deseo de volver a representar a Europa y ha tomado medidas para regularizar su situación con el DP World Tour, incluyendo el pago de sanciones derivadas de su vinculación con el circuito LIV Golf. Además, ha mantenido conversaciones con el capitán Luke Donald, quien ha confirmado públicamente que el español sigue siendo considerado, siempre que cumpla con los requisitos de elegibilidad.
Sin embargo, su rendimiento reciente no ha sido lo suficientemente sólido como para garantizarle una plaza. Aunque ha brillado en algunos torneos del LIV Golf —como su victoria en Hong Kong y varios top 10—, sus actuaciones en los majors han sido discretas, y su presencia en el PGA Tour prácticamente inexistente. Él mismo ha reconocido que no cree merecer un puesto en el equipo si no mejora su nivel, y ha dejado entrever que no aceptaría una invitación si siente que no puede aportar competitividad. Esta autocrítica, aunque honesta, refuerza la percepción de que su inclusión sería más una apuesta por la experiencia y el legado que por el rendimiento actual.

La competencia por las seis plazas de elección del capitán es feroz. Jugadores jóvenes como Ludvig Åberg, Nicolai Højgaard o Sepp Straka están en gran forma y representan el presente y futuro del golf europeo. A ellos se suman figuras consolidadas como Viktor Hovland, Rory McIlroy y Jon Rahm, que ya tienen asegurada su presencia. En este contexto, la decisión de incluir a García dependerá de si Luke Donald prioriza la experiencia, la química en el vestuario y el historial Ryder por encima de los resultados recientes. Aunque su liderazgo en el equipo de los Fireballs del LIV y su capacidad para formar dúos sólidos —como el que tuvo con Rahm en 2021— podrían jugar a su favor, los medios especializados coinciden en que su inclusión sería una sorpresa más que una expectativa.
🔹 Factores que juegan a su favor:
-
Sergio ha expresado su deseo de volver a la Ryder y ha pagado las multas necesarias para reincorporarse al DP World Tour.
-
El vicecapitán Edoardo Molinari está monitorizando sus estadísticas, lo que indica que sigue en el radar del equipo.
-
Luke Donald ha confirmado que han mantenido conversaciones y que, si cumple con los requisitos, podría ser elegible.
🔹 Factores que juegan en su contra:
-
Su rendimiento reciente ha sido irregular, especialmente en los majors y en el PGA Tour.
-
Él mismo ha declarado que no cree merecer un lugar en el equipo actualmente y que incluso podría rechazar una invitación si no mejora su nivel.
-
La competencia por las seis plazas del capitán es feroz, con jóvenes en gran forma como Ludvig Åberg, Nicolai Højgaard o Sepp Straka.
Y es que Sergio García, el golfista español con más puntos en la historia de la Ryder Cup (28,5 en diez participaciones), se encuentra en una encrucijada de cara a la edición de 2025 que se celebrará en Bethpage Black, Nueva York, del 26 al 28 de septiembre. A pocos días de que el capitán europeo Luke Donald anuncie sus seis elecciones personales, García aparece como una incógnita en medio de un equipo que ya tiene a once nombres prácticamente definidos. Su situación es compleja: actualmente ocupa el puesto 140º en el ranking europeo de puntos, muy lejos de los seis clasificados automáticos. Esto lo deja fuera de la clasificación directa, y su única vía de entrada sería a través de una de las seis invitaciones del capitán. Aunque su historial en la Ryder es impecable y su experiencia podría ser valiosa en un campo tan exigente como Bethpage, su pertenencia al circuito LIV Golf ha generado tensiones con el DP World Tour, lo que complica su elegibilidad.
A pesar de estos obstáculos, García ha manifestado públicamente su deseo de volver al equipo europeo y ha mantenido conversaciones con el DP World Tour para resolver su situación. Su rendimiento en 2025 ha sido irregular pero con destellos de brillantez que podrían justificar su inclusión. En el LIV Golf, ha disputado catorce torneos hasta mediados de agosto, destacando su victoria en Hong Kong con una actuación estelar de -18, incluyendo una ronda final con eagle y seis birdies. También logró un tercer puesto en Miami y varios top 20, como en Chicago, Indianápolis y Valderrama, donde volvió a demostrar su dominio en el campo español que tantas veces le ha dado alegrías. Actualmente se encuentra cuarto en la clasificación general del LIV, lo que habla de una temporada sólida en ese circuito.
En los majors, sin embargo, su desempeño ha sido más discreto. No pasó el corte en el Masters de Augusta, lo que supuso un golpe anímico importante, especialmente tras una primera ronda prometedora. En el PGA Championship terminó en el puesto 67º con +7, y en The Open logró una actuación más decorosa, finalizando en el puesto 34º con -3. Estos resultados, aunque no espectaculares, muestran que sigue siendo competitivo en los escenarios más exigentes del golf mundial.
En cuanto al PGA Tour, su presencia ha sido testimonial, con escasa participación y sin resultados destacados. Su foco ha estado claramente en el LIV Golf, donde ha liderado a los Fireballs junto a David Puig y Luis Masaveu primero y con Josele Ballester al final, con quienes ha conseguido varias victorias por equipos. Esta faceta de liderazgo y su capacidad para generar sinergias en formato de equipo podrían ser argumentos a favor de su inclusión en la Ryder, donde la química entre jugadores es tan importante como el talento individual.

La decisión de Luke Donald será difícil. Por un lado, tiene a jóvenes talentos como Ludvig Åberg, Viktor Hovland y Rasmus Højgaard que están en gran forma y representan el futuro del golf europeo. Por otro, está la figura de García, un veterano con un historial inigualable en la Ryder, que ha demostrado que aún puede rendir a alto nivel y que podría ser un socio ideal para Jon Rahm, con quien ya formó una dupla exitosa en Whistling Straits 2021. La incógnita reside en si el capitán priorizará la experiencia y el espíritu Ryder por encima de los resultados recientes y la política de circuitos.
En definitiva, las posibilidades de que Sergio García entre en el equipo europeo no son altas, pero tampoco están descartadas. Su rendimiento en el LIV ha sido notable, su experiencia es incuestionable y su deseo de volver a vestir los colores de Europa está intacto. Todo dependerá de si Luke Donald considera que el “Míster Ryder” aún tiene algo que aportar en un escenario tan hostil como Bethpage Black. Si lo hace, será una apuesta por la historia, la garra y la capacidad de encender al equipo en los momentos clave. Si no, será el cierre de una era dorada para uno de los grandes nombres del golf europeo.