Cinco de los siete españoles participantes en el ISPS HANDA Australian Open lograron arrancar por debajo del par del campo, tras la primera jornada del torneo del DP World Tour, aunque, de momento, lejos de la cabeza de la competición que maneja el local Lucas Herbert. El australiano deslumbró con una ronda impecable de 63 golpes, situándose como líder en solitario tras la primera jornada. A sus de 28 años, Hebert, aprovechó al máximo su salida por el décimo tee en el Victoria Golf Club, cerrando con un espectacular eagle que selló su marcador de ocho bajo par.
Herbert inició su recorrido con tres pares consecutivos antes de abrir su cuenta de birdies en el hoyo 13, donde un golpe de approach perfecto le dejó un putt sencillo. Continuó con otro birdie en el 15, tras casi embocar para egale, y completó su primera vuelta con una racha de tres birdies consecutivos en los hoyos 17, 18 y 1. En la segunda mitad del recorrido, mantuvo su consistencia y añadió otro birdie en el sexto hoyo. Finalmente, cerró con broche de oro en el 9, embocando un putt de eagle desde unos tres metros para consolidar su liderato.
En Kingston Heath Golf Club, otro de los campos anfitriones, el estadounidense Ryggs Johnston y el amateur japonés Rintaro Nakano firmaron tarjetas de 65 golpes (-7), ubicándose a un golpe de Herbert. Por su parte, figuras como Cameron Smith y Kazuma Kobori también brillaron, quedando a dos golpes del líder tras rondas de 66.
En cuanto a los españoles, Sebastián García (-4) fue el mejor tras finalizar con una ronda de 67 golpes y compartir el 14º puesto en la clasificación. Ángel Ayora, Alfredo García Heredia, Manuel Elvira, todos en -2, comparten el puesto 35º tras los primeros 18 hoyos. Ivan Cantero (-1) tuvo que conforrmarse con arrancar con 71 golpes, mientras que Joel Moscatel (+2) y sobre todo Rafa Cabrera-Bello (+3) fueron los españoles peor parados tras la disputa de la primera jornada.
Herbert se mostró satisfecho con su gran día de golf, aunque con la sensación de haber dejado algunos golpes en el campo. “Sentí que hubo muchos golpes que se pudieron haber aprovechado más. No embocé tantos putts como podría haberlo hecho, pero jugué bastante bien y me coloqué en las posiciones correctas,” comentó. El australiano, reconoció también haber contado con un poco de suerte en ciertos momentos clave. “Si este resulta ser mi peor ronda de la semana, estaré más que feliz,” agregó, mostrando optimismo de cara al resto del torneo.