El norirlandés Rory McIlroy tuvo muchas dificultades para ocultar su decepción tras perder la oportunidad de conseguir su primera victoria profesional en su país natal, en Irlanda del Norte. El número tres del mundo estuvo a punto de meterse en el desempate en el Amgen Irish Open, pero su intento de eagle en el hoyo 18 no tuvo éxito.
Una ronda de 69 golpes sirvió para que acabara un golpe detrás de Rasmus Højgaard, quien realizó unos espectaculares segundos nueve para acabar con un gran 65 para un total de nueve bajo par en el mítico Royal County Down.
McIlroy se mostró decepcionado: "Desafortunadamente, me estoy acostumbrando este año", dijo. “Espero que la situación cambie pronto y pueda convertir todas estas situaciones difíciles en victorias. Debo decir que el rugido que escuché cuando pegué el segundo tiro en el 18 fue genial. El apoyo que recibí esta semana fue absolutamente increíble. Tuve que intentar mantener la compostura mientras caminaba hacia el green del hoyo 18. Ojalá pudiera jugar frente a esos fans y en este ambiente todas las semanas. Desde donde estaba al principio de la semana y lo que quería hacer, es un paso en la dirección correcta. En todo caso, se me abre aún más el apetito para Royal Portrush donde se jugará la próxima edición de The Open Championship".
Es cierto que casi hasta el final parecía que McIlroy conseguiría la victoria, sin embargo, mientras Højgaard completaba una magnífica vuelta de 65 golpes con cuatro birdies en los últimos cinco hoyos mientras que McIlroy hizo un bogey crucial en el 17 y luego falló ese putt de eagle en el 18 que habría forzado el desempate.
Con su quinta victoria en el bolsillo el resto de las plazas de la clasificación estaban más que claras. El italiano Matteo Manassero, que fue líder tras la segunda vuelta terminó tercero con -7 para meterse noveno en la Race to Dubai mientras que el Top-5 se cerró con el inglés Daniel Brown con-6, cuarto en solitario y mientras que los escoceses Grant Forrets y Robert McIntyre acabaron quintos con -4.
Nacho Elvira y Adrián Otaegui terminaron siendo los mejores españoles acabando décimo séptimos al par del campo.
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