No fue el comienzo esperado, pero Jon Rahm sigue con vivo y coleando tras los complicados primeros 18 del Open Championship. Si ponemos en contexto el +2 del jugador de Barrika con algunos de los resultados entregados por jugadores, a priori, favoritos, como el +7 de Rory MclIroy, o los +5 de Bryson DeChambeau y Tommy Fletwood o +4 de Viktor Hovland y Ludving Aberg, la ronda del español no parece tan mala. La realidad es que 'Rahmbo' solo pudo hacerle un birdie a Royal Troon, fue en el emblemático hoyo 8, par 3. En su tarjeta firmó tres doloros bogeys, dos de ellos en dos de los pares cinco.
La mañana fue gélida en el verano escocés, lo peores momentos del día conincidieron con la salida de Rahm, por el tee del hoyo 1, pese a la las gotas casi en horizontal, resultaba complicado abrirse hueco para ver los golpes de Rahm y sus compañeros de partido, entre ellos, el escocés e ídolo local Robert Macintyre. No está siendo el Open mas fácil para los aficionados, ni el mejor organizado, sobre todo si esta semana vives en Glasgow y te embarcas en la aventura de coger el tren cada día, un trayecto que no debería superar los 40 minutos, ayer se convirtió en una ratonera con cientos de aficionados atrapados en la estación, que en algunos casos tuvieron que esperar hasta tres horas para llegar a su destino.
Los 18 hoyos fueron una una lucha constante, contra el campo, contra el viento y la intermitente lluvia, una batalla también para sobreponerse a sus sensaciones, que no han sido las mejores en la apertura de este Open Championship. “Lo que mas me fastidia, ha sido el swing del 13, y hacer dos bogeys en dos pares cinco….”, comentó el español cabizbajo tras entregar una tarjeta de 73 golpes (+2). “Me he arreglado bien, me apañé durante la ronda, no ha sido un gran día, no he estado todo lo cómodo como me hubiera gustado, ni tan fluido”, argumenta en el mejor español del torneo, a cinco golpes del líder de la mañana, el norteamericano Justin Thomas que terminó con -3.
El viento soplaba con fuerza, en contra en los nueve primeros hoyos y a favor por los nueve segundos, pero como apuntaba Rahm eso no significaba más facilidades para afrontar la segunda parte del recorrido de Royal Troon. “Es posible que se hagan más birdies por los nueve primeros que por los nueve segundos y eso complicado de ver cuando tienes el viento a favor”.
El primer bogey de 'Rahmbo' llegó en el hoyo 4 par cinco, falló su tercer golpe a las profundidades del bunker, la recuperación era imposible y Jon tuvo que dar la espalda al hoyo para poder sacar la bola de la trampa de arena y renunciar al par, el peor momento del día llegó en la salida del hoyo 13 con un drive tan malo que terminaba directamente en unos arbustos y finalmente, otro tropiezo en el 16, el último par cinco, donde falló su segundo golpe al rough de la derecha, la bola se quedó tan hundida, que apenas pudo el español ganar unos metros para terminar en el bunker del green donde se cimentó el último bogey. Solo compensó Rahmbo con el birdie en el emblemático hoyo 8, el par tres mas corto en la historia del Open, donde con un wedge dejó la bola a un par de metros para el único acierto de una jornada agridulce. La última buena oportunidad en el 18 pasó cerca, pero la ronda ya estaba construída.
De los españoles ya terminados, David Puig terminó con +9 y con malas sensaciones y Nacho Elvira con +5.
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