Todo apunta a que el US Open de 2024 recuperará su pedigree de dureza en esta edición, siempre gracias a la inestimable colaboración del campo número 2 de Pinehurst. Esta va a ser una de esas pocas semanas en el año donde los pares será celebrados y los bogeys puede que no duelan tanto. Un campo sin rough, pero con unas zonas arenosas de escape plagadas de irregulares matojos de hierba alta, que provocarán que en cada bola se se escape de la calle, los jugadores dependerán de la suerte para sus posIbilidades de recuperación.
Los greenes 'están al límite' afirmó Wydham Clark, campeón defensor del torneo en su primera toma de contacto con el campo del resort ubicado en Carolina del Norte. Se prevé que su velocidad media en toda la semana sea de 13 pies en el stimpmeter, incluyendo greenes toda la hierba es bermuda, para un campo que se jugará par 70, con más de 7.500 yardas de longitud, todo se traducirá en que las oportunidades de birdie van a caer a cuentagotas esta semana.
En los tres Us Open anteriores disputados en Pinehurst, solo Martin Kaymer logró en 2014 ganar con un resultado destacado de -9. Michel Campbell en 2005 o Payne Stewart en 1999 ganaron coqueteando con el par del campo, una opción que parece, a la vista de las coindiciones y estado del campo, más factible para esta 124º edición que comenzará desde el jueves.
Tras la retirada de Jon Rahm tres serán los españoles en juego, Eugenio López-Chacarra que debuta en majors esta semana y David Puig, que necesita pasar el corte para superar a Jorge Campillo en la clasificación mundial y meterse en los Juegos Olímpicos de Paris. Los dos, al igual que Sergio García, han ganado su cupo en el torneo a través de las diferentes previas. Curiosamente los cuatro españolas que participan en el tercer major vienen del LIV Golf, en total hay 13 jugadores de la liga saudí que disputarán esta semana el US Open.
Fuera de la órbita de los petrodólares y sin ninguna noticia del añorado acuerdo, todas las miradas están sobre Scottie Scheffler, el rival a batir esta semana, el norteamericano esta protagoninizando una temporada increíble, con cinco victorias y un major (el Masters de Augusta) y su estado de forma coincide con un momento no demasiado inspirado de sus principales rivales. El tejano espera tener un major menos agitado que el PGA Tour, y llegar al domingo peleando por la victoria.
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