Tiger Woods (+7) no está ahora mismo para competir con los mejores en los escenarios más exigentes, por lo menos eso parece por lo que el californiano ha demostrado en la segunda ronda del PGA Championship, después de entregar una tarjeta de 77 golpes que arruinó cualquier posibilidad de pasar el corte del torneo.
De hecho Woods se quedó muy pronto fuera del torneo; concretamente, en sus cuatro primeros hoyos con dos triples bogeys en los hoyos 2 y 4, una imagén dolorosa, pa el que ha sido el mayor dominador que ha conocido este deporte, arrastrandose por las calles de Valhalla.
Sin embargo, es el propio Woods el que no se rinde; "no tengo ninguna duda de que mi juego va a mejorar. Físicamente estoy cada vez más fuerte y lo único que necesito es competir más. Confío en que con mis sesiones de entrenamiento en casa pueda estar listo para el US Open en Pinehurst. Sólo necesito mejorar la capacidad de hacer resultado", comentaba el californiano tras despedirse del segundo major del año. El californiano aseguró a los periodistas que "no va a rendirse" y que peleará hasta el final para recuperar su mejor nivel de juego.
Las palabras del ganador de 15 majors dan esperanzas a sus seguidores más fieles, si bien lo cierto es que los resultados y el juego de Tiger hablan por si mismos y no dejan buenas sensaciones. Es el tercer torneo que Woods disputa en este año 2024, había pasado solo el corte del Masters de Augusta donde cerró el fin de semana con 77 y 80 golpes.
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