David Puig se quedó a las puertas de una nueva victoria en el Asian Tour, un triunfo en el International Series de Macao, que de haberlo consegido, le hubiera metido de lleno en el PGA Championship y cerca de los Juegos Olímpicos de París. Sólo la mala suerte impidió el segundo título este año del español.
El golf es a veces, una cuestión de centímetros, precisamente los que le faltaron a John Catlin, ganador final, para enviar su bola fuera de límites en el primer hoyo de desempate. En el mismo hoyo donde el catalán se inventó una antológica salida de bunker, larga, complicadísima, que David ejecutó a la perfección, la bola salió baja y rodó hasta encontrarse con el mástil de la bandera y tras rebotar, quedarse a las puertas del hoyo.
Con su segundo puesto en solitario, Puig se proyectaría en torno al puesto 105 del ránking mundial, no entraría de momento en el PGA Championship (entran los 100 mejores) pero sería de justicia que la PGA de América se acordara del jugador español. Además Puig se convertiría provisionalente en el segundo español en el ranking mundial, tras Jon Rahm, acariciando ya la posibilidad de disputar los JJ.OO de este verano.
Puig, salía en los últimos 18 hoyos a cinco golpes de John Catlin, que revolucionó ayer el torneo con una tarjeta de 59 golpes. Hoy le tocó al español atacar, y con 60 impactos logró terminar los 72 hoyos de torneo empatado en la primera posición. Catlin tuvo un putt de birdie en su último hoyo desde metro y medio para haber certificado la victoria, pero el error le llevó a diisputar la muerte súbida con el español. Nada tampoco se le puede achacar a Puig en el desdempate, solo la mala suerte impidió que saliera triunfador tras el primer hoyo, y en el segundo firmó tres putts desde larga distancia. Un par (con cruel corbata incluída) que a la postre no servirían ante el birdie del jugador norteamericano.