La vuelta de Tiger Woods a un torneo oficial más de 300 días después, dejó dudas lógicas. El californiano volvió a disputar una ronda de golf competitiva con motivo de la primera jornada del Genesis Invitational en Riviera Coubtry Club, ese campo maldito donde ha competido hasta en 14 ediciones sin haber conseguido jamás una victoria.
Un Woods de estreno con Lance Barret como caddie y Sun Day Red, su nueva marca de ropa, concluyó la jornada con 72 golpes (+1) empatando en el puesto 51º a ocho golpes de Patrick Cantley. Cantaley es el líder del torneo tras los primeros 18 hoyos con una tarjeta casi inmaculada (un solo bogey) de siete golpes bajo el par del campo. Woods firmó cinco birdies y seis bogeys, especialmente doloroso el último con un socket desde la calle, "sí, definitivamente pegué un shank. Ya venía notando algún espasmo en los dos últimos hoyos y no me moví bien", comentaba el ganador de 15 torneos del grand slam en su análisis posterior de la ronda.
Hasta entonces la ronda de Woods había sido muy peleada, con algunos errores más propios de la inactividad y falta de competición, pero con sus momentos puntuales de garra que recuerdan al Tiger de las grandes ocasiones. Sin embargo, mañana Woods tendrá hacer un número bajo si quiere estar presente el finde semana de este nuevo torneo eleveado del PGA Tour dotado con 20 millones de dólares en premios.
A Cantley le siguen en la clasificación, Cam Davis, Luke List y Jason Day, todos con una ronda de 65 golpes, (-6). Con -5, aparecen dos de los nombres importantes, Jordan Spieth y Will Zalatoris que cada semana va dando mejores muestras de su recuperación.
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