Cuando el Comité Europeo de la Ryder Cup y el DP World Tour al unísono con la aquiescencia de los jugadores del circuito decidieron retirar del cargo al sueco Henrik Stenson como capitán del equipo europeo de la Ryder Cup para la edición de Marco Simone, la elección de sus sustituto no era nada fácil. Y el nombre elegido fue el del inglés Luke Donald, un ex número uno del mundo que ha sido uno de los grandes del golf mundial y que, sin duda, ha tenido a lo largo de la reciente historia del equipo europeo de la Ryder Cup unas actuaciones muy notables con cuatro participaciones en 2004, 2006, 2010 y 2012 con cuatro victorias.
Quizá por eso y con las limitaciones que pueda tener, lo que si tenía Donald era el espíritu de la Ryder en su alma. Algo absolutamente necesario para formar parte de este equipo, ya sea como jugador y capitán. Y lo hizo muy bien, tomando la decisión de elegir a seis jugadores, de apostar por la juventud y la experiencia, por poner los Foursomes en primer lugar y, por último colocar a los mejores al principio para sumar cuanto antes los puntos necesaruios para ganar.
Un tipo discreto, que ama este deporte y que se ha merecido un lugar junto a los mejores capitanes de la historia de esta competición. Un ganador absoluto que ha cumplido en Roma su sueño de ganar también como capitán la Ryder Cup que ya ganó como jugador.