No ha sido un Masters de Augusta fácil ni para los jugadores, ni para el público, ni siquiera para los aficionados que por todo el mundo lo han visto a través de la televisión, las redes sociales o internet.
Este Masters de Augusta quedará en nuestra memoria por muchas cosas: por las tormentas, -las eléctricas también- la caída de los árboles que a punto estuvieron de producir una tragedia irreparable y que al final se quedó una anécdota más del torneo, la retirada de Tiger Woods de su torneo favorito tras darse cuenta de que no podría seguir andando con su maltrecha pierna derecha 29 hoyos seguidos en uno de los campos más duros del mundo y por la victoria de Jon Rahm con bola provisional desde el tee y susto incluído en el 18... en fin, muchas cosas.
Pero yo, humíldemente, me quedo con ese abrazo entre Jon y Chema, entre Chema y Jon y que refleja a la perfección lo que es el golf y el sentimiento de este deporte en nuestro país.