Un doble bogey en el hoyo 2 fue el peor comienzo posible para un Jon Rahm que tras dos partidos, con una derrota y una victoria, necesitaba imperiosamente el trinfo ante Billy Horschell que ganando estaría en los octavos de final.
No era una empesa fácil para ninguno de los dos. Rahm partía con 1 punto en su marcador y Horschel con una victoria y un empate con 1,5 y lo más importante: buenas sensaciones en su juego.
Tras ese primer error de Rahm, el estadounidense firmó su primer birdie del día en el hoyo 5 para sumar su segundo hoyo ante el de Barrika que recuperó terreno perdido en el hoyo 6 pero que volvió a perderlo de nuevo en el 8 con un nuevo bogey que cada vez le complicaban más las cosas.
En los segundos nueve hoyos, con la espada de Damocles sobre su cabeza, pero con hoyos suficientes para intentar remontar, el número dos del mundo salió a por todas, pero enseguida se dió cuenta de que hoy no era su día. Dos birdies de Horschell en el 10 y en el 11 con par y doble bogey de Rahm dejaban las cosas en un complicadísimo cuatro en contra para el vasco que empató el 12 y el 13, pero que vió como en el 14, con otro birdie de Horschell, se tenía que despedir del torneo y de los octavos de final.
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