El año termina para Tiger Woods sin poder cumplir con el que, casi con toda seguridad, era su principal objetivo para 2020: igualar a Jack Nicklaus en el número de victorias en Augusta.
La defensa de su último Masters terminaba con el propio Tiger enfundando la chaqueta verde a Dustin Johnson, a modo de reflejo de un año en el que Woods no estuvo nada sólido. Y es que es complicado estarlo cuando a mediados del año solo había participado en dos torneos.
En julio, ya con la competición otra vez en marcha, se producía otra ‘espantada’ del californiano. Esta vez Woods se borraba del St. Jude Invitational con la excusa de prepararse para alcanzar su quinto PGA Championship en su afán de seguir sumando ‘Grandes’.
Pero ni el físico ni su juego le permitieron alcanzar su objetivo. Tiger no encontraba esa chispa que le hacía ganar torneos y a pesar de prometer que iba a estar presente en el Houston Open, a ultima hora decía no al torneo tejano y se perdía la previa de lujo de la cita con el Augusta National donde, tras un arranque correcto donde reivindicó su corona, terminó en un discreto trigesimoctavo puesto.
En definitiva, con el 2020 termina un año en la que Tiger Woods fracasó en su intento por alcanzar las seis chaquetas verdes de Nicklaus, por lo que los 18 grandes del ‘Oso Dorado’ parecen cada vez más inalcanzables.
Eso si, el torneo junto a su hijo Charlie nos dejó momentos impagables