Según el diario británico The Guardian, la Ryder Cup, el tercer evento deportivo más importante del mundo tras los Juegos Olímpicos y el Mundial de fútbol, no se jugará el próximo mes de septiembre en Whistling Straits sino que se suspenderá hasta 2021 tras un acuerdo al que podrían haber llegado el PGA Tour y el European Tour, organizadores del evento.
Este rumor llega después de que la PGA de América haya anunciado que el primer Major del año, el PGA Championship se jugará a principios de agosto y sin la presencia de espectadores
Des el principio, los jugadores involucrados en la clasificación para estar en la Ryder Cup se decantaron por el retraso del evento al considerar que jugarlo sin público era inviable. Ante esta situación los respectivos comites tanto del European Tour como del PGA Tour barajaron la posibilidad de reducir el aforo en cada uno de los días del torneo a 25.000 aficionados pero, finalmente, parece que se desistió de la idea sopesando la vía del retraso del torneo a 2021 como la mejor.
De esta manera, la Ryder Cup permanecerá en años "impares" después del cambio que se produjo tras los atentados del 11 de septiembre que hizo que el torneo se retrasará a 2001.
Este retraso a 2021 hará que la próxima edición de la Ryder Cup que se iba a jugar en Italia en 2022 se jugaría un año después, en 2023, lo que ayudará a Italia a estabilizar su economía y afrontar la celebración de la Ryder de su país -la primera vez que se jugará en Italia- con más garantías de las que había hasta ahora.
De la misma manera la Ryder de 2027 en Adare Manor, en Irlanda, coincidirá con el centenario de la creación de este torneo que empezó a juagarse en 1927 gracias al tesón y la imaginación del empersario Sammuel Ryder.
Una de las consecuencias que traerá seguramente la celebración de la Ryder Cup en 2021 será el retraso a 2022 de la Presidents Cup para no hacerla coincidir en el tiempo con el torneo entre estadounidenses y europeos.