Tiger Woodsha hizo historia y de la buena en el Masters de Augusta, su Major favorito y en un torneo que volvió a ganar catorce años después de que lograra en el recorrido de Bobby Jones, donde ya antes había logrado la victoria en 1997, 2001, 2002 y 2005, su última Chaqueta Verde en aquella edición de 2005.
Tres años después, en 2008, ganaría su último torneo del Grand Slam pero lo de 2019 fue increíble, demostrando a propios y extraños que la primera vez desde 2015 que jugaba sin dolores y al 100% de su capacidad física fue capaz de ganar a los mejores jugadores del mundo y mantener el tipo en la cita más exigente del golf mundial.
Con esta victoria, Tiger Woods se acercaba a tres triunfos de Jack Nicklaus en el número de torneos del Grand Slam. El Oso Dorado tiene 18 y Tiger suma ya quince, cuando parecía que el récord de Nicklaus era intocable.
Ni Molinari, ni Dustin Johnson, ni Schauffele, ni Kopeka, ni Finau, ni Day ni nadie fue capaz de derrotar a un jugador que, seguramente, fue el único en creer en sí mismo. Es cierto que este campo siempre había sido su favorito pero Augusta es un recorrido que se conoce palmo a palmo y donde hdomostro jugando a su máximo rendimiento que no tiene rival.
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