La industria del golf se resiente ya. Campos vacíos pero que, sin embargo, hay que mantener vivos ¿Cuántos puestos de trabajo están ahora en peligro dentro del sector del golf?
Están empezando a llegar los primeros ERTE (Expedientes de regulación de empleo temporal) o peor, los ERE (Expediente de regulación de empleo). Golf y Turismo son recíprocos en nuestro país, de eso no hay duda, y directamente proporcional en su base. A la caída de turistas que buscan el mejor golf en nuestros campos, menos ingresos y menos industria.
Una parte importante y de calidad en nuestra industria golfística española, no lo olvidemos, es el turismo de golf. A esto hay que sumar las competiciones anuladas, no sólo la de los grandes torneos como el recientemente suspendido The Players Championship, el Masters de Augusta y ya veremos si en nuestro país el Estrella Damm N.A. Valderrama Masters.
Hablo también de los cientos de torneos sociales, de las miles de clases, tanto para pequeños como para mayores que sueñan con aprender a jugar al golf.
La gastronomía también se resiente. En los restaurantes, en sus puertas cerradas a cal y canto, podemos leer “Cerrado por coronavirus”. Del pincho de tortilla hasta el bocadillo de jamón pasando por el cochinillo y los catering o cócteles, todo se ha parado.
Las tiendas de material deportivo. Tantas veces hemos dicho que el golf es un virus que no te sale del cuerpo y que te atrapa y siempre lo hemos dicho para bien. “No empieces que si te pilla el virus del golf no lo vas a poder dejar”, decíamos entre risas advirtiendo al novato.
Hoy más que nunca podemos decir que el COVI-19, ese terrible virus, nos atrapa para mal y que también está afectando al mundo del golf
“Vinceró”, Turandot: Venceremos. Pero como en una de esas Ryder Cup, con mucho esfuerzo y, desde luego, con mucho sufrimiento. La industria del golf está en peligro.
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