El Open de Canadá, que antiguamente tuvo mucha más importancia que hoy día, ha resultado ser un torneo muy emocionante y atractivo, al menos en su edición de 2019.
Hubo un tiempo en que se hablaba de la triple corona, el Open Británico, el de Estados Unidos y el de Canadá, y tanto Lee Trevino en 1971 como Tiger Woods en 2000 la consiguieron ganándolos en el mismo año. En este caso se configuraba esta triple corona con los tres eventos más antiguos del PGA Tour, aunque hay quien considera que la verdadera es la formada por el Open Británico, el U. S. Open y el Open de Sudáfrica, que es un año más viejo que el de Canadá, 1903 en lugar de 1904.
Sea como sea, Rory McIlroy nos hizo vivir una cuarta jornada increíble, con un golf que rozó la perfección. Bombazo a calle, “aproach” cerquísima del hoyo y “birdie”, y eso repetido nueve veces en los catorce primeros hoyos. Entonces se dio cuenta de que podía conseguir un cincuenta y nueve y apretó todo lo posible, lo que concluyó en un “bogey” en el dieciséis, pero en un momento se recompuso y llegó al “tee” del diecisiete, par cinco, y bombazo a calle, hierro siete a un metro y tres, “eagle” que le ponía otra vez a tiro del cincuenta y nueve.
Se la jugó de nuevo en el dieciocho ante la posibilidad del récord y falló por intentar embocar desde “bunker” y mandarla demasiado lejos del hoyo. No importa, fue un recorrido para enmarcar y un disfrute para todos.
Llegamos así a esta semana en la que Pebble Beach acoge el U. S. Open 2019, y en el que todos miramos a Brooks Koepka con cierta prevención. Ha ganado los dos últimos PGA y los dos últimos U. S. Open, y todos nos preguntamos si también va a repetir el próximo domingo en la península de Monterey.
A mí personalmente sólo me gustaría más que ganara uno de los cuatro españoles que allí estarán, pero aún así creo que si Koepka es capaz de vencer, habrá que quitarse el sombrero porque van a estar todos a por él. Y no olvidemos que además de Rory, estarán Woods, Spieth, Johnson, García, Rahm, Rose y no sé cuántos más, y lo más grande es que todos ellos creen que son el Rafa Nadal del golf. Je, je, je.