Buenas sensaciones

Las sensaciones de cara a la próxima Ryder Cup son buenas desde hace meses, pero últimamente mejoran a pasos agigantados.

En Estados Unidos, en el torneo de la semana recién acabada ha dominado con mano de hierro Justin Rose, y lo ha hecho nada menos que en Colonial, la que fue la casa de Ben Hogan y que se tiene por un baluarte típicamente americano. Ganar a los de allá no es fácil, y en campos como éste menos aún. Por si el dominio de Rose no fuera suficiente, Jon Rahm anduvo cerca y acabo quinto empatado aunque, eso sí, a diez golpes del ganador. Hay que mencionar que en 2001 ganó Sergio García, lo que tiene mucho mérito si observamos los pocos ganadores no americanos en setenta y dos ediciones de este torneo.

Por su parte, el Circuito Europeo no fue menos favorable y empezó siendo un aparente paseo para Rory McIlroy, aunque la paciencia y la total falta de errores de Francesco Molinari acabó imponiéndose para que se apuntara el BMW PGA Championship en Wentworth, que es el equivalente a Sawgrass en el Circuito Europeo, pues es su sede y eso tal vez subraya el mérito de ganar aquí.

La lista de ganadores en este torneo y en este campo es casi la de todos los jugadores que han sido algo en el Circuito Europeo más Arnold Palmer que también ganó en Colonial y, como ejemplo más cercano, ganaron allí Manuel Piñero en 1977, Seve Ballesteros en 1983 y 1991, Olazábal en 1994, Nacho Garrido en 2003 y Miguel Ángel Jiménez en 2008.

Historia aparte, ambos campeonatos han estado interesantes, y esta semana no va a ser menos, con el Memorial Tournament en Murfield Village, el torneo de Jack Nicklaus en su campo, el que homenajea su victoria en el Open Británico en Murfield el de verdad, y el Open de Italia que tradicionalmente tampoco se ha dado mal a los españoles, con victorias de Ángel Gallardo en 1977, José María Cañizares en 1981, Manuel Piñero en 1985 y Gonzalo Fernández-Castaño en 2007 y 2012. Me gusta mucho ver torneos como los mencionados y esto calienta el ambiente para mediados de junio, que ya está ahí, a tres semanas vista y nos traerá el segundo Grande de la temporada, el U. S. Open que ya esperamos con ansiedad y los buenos resultados de los europeos refuerzan la sensación positiva con respecto a la Ryder que se avecina.