"Hace mucho que no compto pero dejar la tarjeta limpia es una sensación muy especial y me sieto muy bien", decía Tiger Woods que ha podido demostrar que su trabajo ha dado frutos con siete birdies, tres en la primera vuelta y cuatro en la segunda.
"Ayer comencé controlandola bola y con confianza, pero la perdí en el 9 con el bogey y luego tuve errores tontos", recordaba Tiger que se ha quitado esa espina. "En el 9 y en el 11 hice bogey y hoy he hecho bajo par", decía con orgullo.
Y no se relaja. El exnúmero uno ya apunta más alto. "El fin de semana tengo que restar y llegar a doble dígitos para tener una oportunidad", porque ya lo recordó al llegar al torneo: "He venido para intentar ganar".